La competencia entre fabricantes de automóviles, productores de baterías y proveedores de almacenamiento estacionario está impulsando la búsqueda de baterías que ofrezcan costos más bajos, mejor rendimiento y que no dependan de materiales difíciles o costosos de obtener. Según BloombergNEF (BNEF), se espera que diversas empresas presenten innovaciones en baterías a lo largo de esta década.
Un nuevo conjunto de tecnologías de cátodos, ánodos y electrolitos está preparado para entregar la próxima generación de baterías de acuerdo con BNEF. Las baterías de iones de litio se han convertido en el estándar en la mayoría de los sectores debido a su buen rendimiento, alta densidad energética y larga vida útil, así como por su sólida cadena de suministro. La densidad energética, que indica cuánta energía puede almacenarse por unidad de masa o volumen, es uno de los indicadores de rendimiento más importantes, especialmente por su potencial para aumentar la autonomía de los vehículos eléctricos.
Históricamente, los avances en la tecnología de cátodos han contribuido a las mejoras en la densidad energética. Sin embargo, la generación actual de cátodos está cerca de su límite teórico de densidad energética. Empresas que trabajan en ánodos a base de silicio, ánodos de litio metálico y electrolitos de estado sólido están atrayendo la mayor parte de la inversión, ya que estas tecnologías presentan un potencial significativo para mejorar el rendimiento y la densidad energética de las baterías.
Fuente: BNEF
Hasta la fecha, BNEF ha identificado 61 startups de baterías con actividades en áreas como ánodos, cátodos, electrolitos, software, procesos de fabricación, diseño de celdas y paquetes, recubrimientos y aditivos. Las empresas privadas perfiladas en su informe han recaudado un total combinado de 6,9 mil millones de dólares hasta septiembre de 2024, a través de capital privado, capital de riesgo y financiamiento por subvenciones. Esta cifra representa solo una pequeña parte de todas las empresas activas en este sector.
Fuente: BNEF
Los avances en la tecnología de baterías generalmente implican nuevos componentes o materiales, nuevos procesos de fabricación y nuevas cadenas de suministro de materias primas. Todos estos aspectos requieren una inversión significativa, experiencia en manufactura y tiempo. Solo un pequeño número de nuevas tecnologías logran superar la etapa de producción piloto, ya que demostrar el rendimiento de la tecnología a gran escala es mucho más complejo que en un prototipo a pequeña escala.
Según las previsiones de BNEF, el éxito de estas nuevas tecnologías dependerá de la rapidez con la que puedan ser escaladas e integradas en los procesos de fabricación actuales. Mientras que las baterías de estado sólido están comenzando a aumentar su producción en esta década, se considera poco probable que la producción masiva para vehículos de bajo costo ocurra en un futuro cercano. Mientras tanto, innovaciones como los ánodos a base de silicio y el recubrimiento de electrodos en seco están avanzando, con grandes fabricantes de automóviles trabajando en su adopción. Es probable que estas nuevas tecnologías se implementen primero en aplicaciones de alto rendimiento, como la aviación y el ámbito militar, seguidas por vehículos eléctricos de consumo masivo, que son más sensibles al costo.
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