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Carta a los Reyes: Asealen pide un nuevo ciclo de grandes instalaciones de almacenamiento


“Dejamos atrás un intenso año regulatorio, con múltiples iniciativas, consultas públicas y avances para el sector del almacenamiento de energía”, así inicia su análisis Raúl García Posada, director de la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (ASEALEN).

El experto explicó a Review Energy que las consultas públicas en las áreas de energía y medio ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las lanzadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, por OMI, el Operador del Mercado Ibérico y por Red Eléctrica de España como Operador del Sistema incluían aspectos que afectan, en mayor o en menor medida, a las instalaciones de almacenamiento. “Ha sido (está siendo) un trabajo intenso para todos los miembros de Asealen que colaboran en la preparación y envío de alegaciones y comentarios, que les sirve al mismo tiempo para estar preparados para lo que viene, dijo García Posada a Review Energy.

Según él, las líneas trazadas del boceto del almacenamiento en España entre los años 2020 y 2021 empiezan a definirse y el año 2023 será, por fin, el año en el que arrancará un nuevo ciclo de grandes instalaciones de almacenamiento. Aún hay incertidumbre, aspectos que pulir para maximizar el uso de sistemas de almacenamiento que no sean bombeos hidroeléctricos, pero la oportunidad será ahora y única.

El director de Asealen añadió que, en el marco de las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se han establecido 6 programas de apoyo al almacenamiento y su fecha de asignación será a lo largo del próximo año. “Desde nuestra perspectiva, esto no es algo novedoso. Es algo conocido (o debería) por todo el sector, pero quiero aprovechar estas líneas para identificarlos y que no quede alguien dentro de unos meses que diga ‘no me avisaron’”.

Así pues, Asealen dio a conocer algunos puntos que deberán ser importantes el año que viene y, que desde la Asociación, tienen seguimiento:

I)             Lanzada en 2021 y recientemente ampliada, las ayudas a la instalación de autoconsumo tienen programas para acompañarlas de almacenamiento. Son especialmente atractivas para aquellas instalaciones que no quieran meterse en el enredo de tramitar punto de acceso y conexión para los excedentes, así como para aquellas instalaciones con mucho excedente en las horas de menor precio de mercado (precisamente, las de mayor producción fotovoltaica).

II)           Ayudas a I+D de almacenamiento, cuya primera convocatoria de 50 millones de € se encuentra en fase de propuesta de resolución provisional para adjudicar 36 millones de € y desarrollar más de 370 MW de potencia, siendo 335 MW / 670 MWh de instalaciones de baterías con tecnología “grid forming”. Probable nueva convocatoria en 2023 para agotar los fondos asignados.

III)          Ayudas a la renovación/repotenciación de instalaciones eólicas y centrales minihidráulicas, con la primera convocatoria ya lanzada y con una intensidad de ayudas máximas entre 97.000 €/MWh y 146.000 €/MWh, otorgando puntuación para la instalación de almacenamiento (cualquier tecnología) a partir de 2 horas equivalentes y obteniendo la máxima puntuación con más de 8 horas equivalentes de almacenamiento. Esta intensidad se multiplica por 1,75 para instalaciones pequeñas, menores a 5 MWh.

IV)          Ayudas a la hibridación con generación renovable, nueva o existente, y cuya convocatoria quiere lanzarse antes de finalizar el año 2022. Se espera con ayudas similares a las de renovación y será la punta de lanza del desarrollo.

V)           Ayudas a la Generación de energías renovables en islas, archipiélago canario y balear, pendiente de convocatoria que se espera con ayudas similares a las de renovación, aunque con diferencias en los programas de ayudas entre archipiélagos.

VI)          Ayudas a instalaciones de almacenamiento “stand alone” o independientes. La convocatoria más complicada de encajar en el plan de ayudas por requerir una autorización expresa de la Unión Europea, pero que se espera que el MITERD sea capaz de conseguir con tiempo suficiente para lanzar la convocatoria en 2023, antes de que venza el plazo del PRTR.

“Como decía, en 2023 se arrancará un nuevo ciclo que complemente a las instalaciones de bombeo existentes y a las centrales termosolares con sales fundidas. Qué tecnologías serán las protagonistas aún está por ver, aunque, por los plazos de construcción disponibles, las tecnologías electroquímicas parten con ventaja. Pero es fundamental que este ciclo tenga continuidad y debemos mirar más allá del año 2023”, resaltó García Posada.

Y para ello, desde su perspectiva, será necesario seguir trabajando en un instrumento específico para el almacenamiento, que permita también el desarrollo de instalaciones con gran capacidad de almacenar energía. “Sin lugar a duda, la actualización del PNIEC reflejará la necesidad de incrementar los objetivos de almacenamiento para acelerar la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles e incrementar nuestra seguridad energética y el sector no podrá acometerlo sin esa visibilidad a futuro”, concluyó el director de Asealen.

 

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