Como respuesta a la creciente demanda de baterías impulsada por la transición energética, el Consejo de la Unión Europea (UE) adoptó un nuevo Reglamento que refuerza las normas en materia de sostenibilidad aplicables no solo a esas pilas y baterías sino también a sus residuos. Esta nueva norma regulará todo el ciclo de vida de las pilas y baterías, desde la producción hasta la reutilización y el reciclado, y garantizará que sean seguras, sostenibles y competitivas.
Según Teresa Ribera, ministra española para la Transición Ecológica, "las pilas y baterías son clave para el proceso de descarbonización y la transición de la UE hacia unos medios de transporte sin emisiones. Al mismo tiempo, las pilas y baterías al final de su vida útil contienen muchos recursos valiosos y debemos poder ser capaces de reutilizar esas materias primas fundamentales en lugar de depender de terceros países para su suministro. Las nuevas normas promoverán la competitividad de la industria europea y garantizarán que las nuevas pilas y baterías sean sostenibles y contribuyan a la transición ecológica".
El Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo se aplicará a todas las pilas y baterías, incluidos todos los residuos de pilas y baterías portátiles, las baterías para vehículos eléctricos, las baterías industriales, las baterías de automoción (utilizadas principalmente para vehículos y maquinaria) y las baterías de medios de transporte ligeros (por ejemplo, bicicletas eléctricas, ciclomotores eléctricos o patinetes eléctricos).
La nueva normativa buscará promover una economía circular regulando las pilas y baterías a lo largo de todo su ciclo de vida. Por lo tanto, establece requisitos relativos al final de la vida útil, por ejemplo, objetivos y obligaciones en materia de recogida, objetivos de valorización de materiales y una responsabilidad ampliada del productor.
El reglamento establece para los productores objetivos de recogida de residuos de pilas o baterías portátiles (un 63 % para finales de 2027 y un 73 % para finales de 2030) e introduce un objetivo de recogida específico para los residuos de baterías de medios de transporte ligeros (un 51 % para finales de 2028 y un 61 % para finales de 2031).
Además, fija el objetivo de recuperación de litio a partir de los residuos de pilas y baterías en un 50 % para finales de 2027, y en un 80 % para finales de 2031. Este objetivo puede modificarse mediante actos delegados en función del mercado y de los avances tecnológicos y de la disponibilidad de litio.
Finalmente, la norma prevé unos nivelesmínimos obligatorios de contenido reciclado en lo que respecta a las baterías industriales, de automoción y para vehículos eléctricos. Se han fijado inicialmente en un 16 % para el cobalto, un 85 % para el plomo, un 6 % para el litio y un 6 % para el níquel. Las pilas y baterías deberán ir acompañadas de documentación sobre el contenido reciclado.
El objetivo de eficiencia de reciclado se fija en un 80 % para las pilas o baterías de níquel-cadmio, de aquí a finales de 2025, y en un 50 % para los demás residuos de pilas o baterías, de aquí a finales de 2025.
El reglamento prevé que para finales de 2027 las pilas o baterías portátiles incorporadas a los aparatos deben ser extraíbles y sustituibles por el usuario final y deja tiempo suficiente a los operadores para que adapten el diseño de sus productos a este requisito. Se trata de una disposición importante para los consumidores. Las baterías de medios de transporte ligeros deberán ser sustituibles por un profesional independiente.
Normas justas para todos los operadores
Las nuevas normas tienen por objeto mejorar el funcionamiento del mercado interior por lo que respecta a las pilas y baterías y garantizar una competencia más justa gracias a los requisitos de seguridad, sostenibilidad y etiquetado.
Estos objetivos se alcanzarán mediante criterios de rendimiento, durabilidad y seguridad, restricciones estrictas de sustancias peligrosas como el mercurio, el cadmio y el plomo e información obligatoria sobre la huella de carbono de las pilas y baterías. Por lo mismo, introduce requisitos de etiquetado e información sobre los componentes y el contenido reciclado de la pila o batería, entre otras cosas, así como un «pasaporte para baterías» electrónico y un código QR. A fin de que los Estados miembros y los agentes económicos del mercado dispongan de tiempo suficiente para prepararse, los requisitos de etiquetado entrarán en vigoren 2026 y el código QR en 2027.
Además, la norma establece estrictas normas de diligencia debida para los operadores que deben verificar la procedencia de las materias primas utilizadas para las pilas o baterías introducidas en el mercado. El Reglamento prevé una excepción para las pymes por lo que respecta a las normas de diligencia debida.
Reacción del sector
Según Kinga Timaru-Kast, Directora de Asuntos Públicos y Comunicación de la Asociación Europea de Baterías Recargables y de Litio Avanzadas, RECHARGE, "las disposiciones sobre intensidad de carbono y diligencia debida tienen el potencial no sólo de evitar que las baterías de bajo rendimiento entren en el mercado de la UE, sino de trabajar realmente hacia los objetivos de neutralidad climática y sostenibilidad de la UE. El nuevo Reglamento de la UE sobre baterías, junto con la Ley de Materias Primas Críticas y la Ley de Industria Neto Cero, tienen el potencial de configurar el futuro de una cadena de valor de baterías competitiva y sostenible".
Por su parte, Claude Chanson, Director General de RECHARGE, agregó que "es fundamental que el reglamento permita avanzar en la descarbonización y la transición energética en la UE, y que la cadena de valor europea de las baterías se convierta en un líder mundial competitivo, capaz de establecer normas de sostenibilidad a nivel mundial".
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