Un estudio liderado por Anglo American, que tenía como objetivo analizar la factibilidad de desarrollar un valle del Hidrógeno Verde (H2V) en la zona central de Chile, detectó un total de ocho zonas con potencial de convertirse en polos de desarrollo de hidrógeno verde.
Las ocho zonas: Llay Llay, Quintero, Pudahuel, San Antonio, Los Andes, Tiltil, Colina y Paine, serían lugares que podrían complementar tanto producción como demanda de hidrógeno verde, según el estudio.
Durante la investigación, en el que además participaron la Unidad de Tecnologías del Hidrógeno de la Universidad Católica, y una serie de otras instituciones, se realizaron diversos encuentros en los que participaron representantes de Corfo, los ministerios de Energía, Economía, Hacienda, Minería, Obras Públicas y la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad, entre otras entidades.
En relación con la demanda potencial de hidrógeno verde, el análisis estimó que en un horizonte a 2040 los requerimientos de la llamada “energía del futuro” podrían llegar a 800.000 toneladas anuales, lo cual equivale a todo el H2V que podría requerir la minería de Chile y Perú.
Esta demanda, según el Anglo American, proviene principalmente de camiones de transporte de carga de larga distancia y buses interurbanos, segmentos en que el hidrógeno verde presentaría ventajas comparativas respecto a otras tecnologías como la electromovilidad en base a baterías.
El estudio estimó que la introducción masiva del hidrógeno V}verde en la zona central permitiría desplazar cerca de 3.000 kton de CO2/año, equivalente al retiro de 850.000 automóviles de circulación.
De acuerdo con la investigación, el sector minero también podría tener un rol importante en la demanda de este vector energético, en la zona central, principalmente en los primeros años. Analizando un horizonte de diez años, la minería sería la industria que podría impulsar el desarrollo de este combustible, representando entre un 50% y un 70% de la demanda, liderando este desarrollo y cumpliendo un rol similar al que tuvo en la introducción de las energías renovables en Chile a mediados de los años 2000.
El vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Anglo American, Juan Pablo Schaeffer, destacó que este estudio permite iniciar un camino para avanzar en el despliegue del H2V en la zona central, que es la que concentra el mayor número de habitantes en el país, generando importantes beneficios en materia ambiental.
“El Hidrógeno Verde es muy importante para alcanzar la descarbonización de Chile de acuerdo con las metas establecidas por la ley de Cambio Climático a 2050. Por ello, estamos muy contentos de haber podido impulsar este estudio, cuyos resultados indican no solo que es factible desarrollar este valle, sino que sus beneficios son muy relevantes, principalmente en materia ambiental”, señaló Schaeffer.
Por su parte, la jefa de la división de Combustibles y Nuevos Energéticos del ministerio de Energía, María José Reveco, remarcó tanto los esfuerzos de colaboración detrás de este tipo de iniciativas, como el rol que podría tener el H2V en materia de independencia energética.
“Es superrelevante que se empiecen a hacer estas identificaciones, con la colaboración entre distintas industrias, para poder impulsar el desarrollo del hidrógeno verde. Esto nos va a permitir no solo avanzar hacia el desarrollo y hacia cumplir con nuestras metas de descarbonización, sino también algo muy importante y que a veces se deja de lado: el aporte que el H2V pueda hacer a nuestra seguridad energética y a nuestra independencia energética”, afirmó.
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