El proyecto de ley de Hidrógeno en Argentina busca impulsar la producción de 5 millones de toneladas de hidrógeno bajo en emisiones al año, con una inversión de 90 mil millones de dólares y la generación de 82 mil puestos de trabajo. Así lo anunció la secretaria de Energía, Flavia Royon, que destacó las oportunidades del país en el sector, haciendo referencia a los diversos recursos energéticos con los que cuentan para producir hidrógeno verde, rosa y azul.
Como informaron desde el Ministerio de Economía de Argentina, la Secretaría de Energía elaboró un proyecto de Ley del Hidrógeno que busca generar las condiciones de previsibilidad necesarias para la inversión, además de favorecer la diversificación productiva con foco en la incorporación de la nueva tecnología requerida por el proceso de industrialización del elemento.
Flavia Royon expuso acerca de las ventajas competitivas de Argentina dentro del proceso de transición energética, junto con los beneficios que el desarrollo de la economía del hidrógeno implica para el país. “Desde la Secretaría de Energía publicamos hace poco más de un mes el plan de transición energética que planteamos hacia el 2030, debatido con todas las provincias, y que contempla la amplia potencialidad que tiene nuestro país en materia energética”, destacó Royon durante su participación en el foro ‘Estrategia nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno’.
“Desde esta gestión tenemos una mirada sustentable del desarrollo de nuestros recursos naturales, para que haya un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental”, afirmó la secretaria de Energía, y confirmó que el proyecto de ley de Hidrógeno contempla líneas de acción para que el desarrollo del sector sea beneficioso para todos los argentinos, para el crecimiento de la industria y para el despliegue del sistema científico-tecnológico nacional.
En su discurso, Flavia Royon aseguró que es importante el rol de las políticas públicas y del Estado para poder tener una mirada de desarrollo inclusiva porque solo el mercado, no puede resolver los problemas de pobreza, de inclusión y oportunidades de trabajo.
La transición energética apunta a una reducción sostenida de las emisiones de combustibles fósiles, ante ese horizonte global los países articulan estrategias para adecuar su actividad económica a ese proceso de cambio. El hidrógeno es un vector de descarbonización para el cual Royon aseguró que Argentina se encuentra particularmente preparada, dada la integración de sus ventajas naturales y sus capacidades industriales, científicas y tecnológicas.
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