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El hidrógeno en peligro: costos en alza y apoyo gubernamental reducido


Según el Global Hydrogen Review 2022, publicado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), la producción anual de hidrógeno de bajas emisiones podría alcanzar los 38 Mt en 2030, si se realizan todos los proyectos anunciados, aunque 17 Mt proceden de proyectos en fases tempranas de desarrollo. 

Sin embargo, la IEA advierte que los costos financieros y de equipo están aumentando, lo que pone en riesgo los proyectos y reduce el impacto del apoyo gubernamental para el despliegue. "La inflación está aumentando los costos de capital y financieros, amenazando la financiabilidad de los proyectos en toda la cadena de valor del hidrógeno, que requieren un gran uso de capital", dice el informe. 

Mapa de proyectos anunciados de producción de hidrógeno con bajas emisiones

Y es que, según el análisis de la IEA, para el hidrógeno producido a partir de electricidad renovable, por ejemplo, un aumento de 3 puntos porcentuales en el costo de capital podría aumentar el costo total del proyecto en casi un tercio. Varios proyectos han revisado al alza sus estimaciones de costes iniciales hasta en un 50%. 

"Hemos visto un impulso increíble detrás de los proyectos de hidrógeno de bajas emisiones en los últimos años, que podrían desempeñar un papel importante en sectores de uso intensivo de energía, como el químico, el refinado y el acero", dijo el director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol. "Pero un entorno económico desafiante pondrá a prueba la determinación de los desarrolladores y formuladores de políticas de hidrógeno para llevar a cabo los proyectos planificados. Se necesitan mayores avances en tecnología, regulación y creación de demanda para garantizar que el hidrógeno de bajas emisiones pueda alcanzar su máximo potencial".

Las presiones inflacionarias han coincidido con una reciente caída de los precios del gas natural, particularmente en Europa, y con interrupciones en la cadena de suministro que afectaron los cronogramas de los proyectos, señala la IEA. Esto significa que la financiación gubernamental anunciada respaldará un número menor de proyectos de lo que se podría esperar anteriormente, ya que se necesita una mayor inversión para cerrar la brecha de costos entre el hidrógeno de bajas emisiones y el hidrógeno basado en combustibles fósiles.

"Los gobiernos han comenzado a poner a disposición fondos para apoyar los primeros proyectos a gran escala, pero la lenta implementación de los planes de apoyo está retrasando las decisiones de inversión", dice el reporte. "América del Norte y Europa han tomado la iniciativa en la implementación de iniciativas para fomentar la producción de hidrógeno con bajas emisiones. Sin embargo, los largos desfases entre el anuncio de los planes y el momento en que los fondos se ponen a disposición de los promotores de los proyectos están retrasando la ejecución de los mismos, e incluso poniéndolos en riesgo. Esto se ha visto agravado por la falta de claridad sobre la regulación, que sólo recientemente se ha resuelto en algunas jurisdicciones".

China y los electrolizadores

Los datos de la IEA revelan que China ha tomado la delantera en el despliegue de electrolizadores. En 2020, China representó menos del 10% de la capacidad mundial de electrolizadores instalada para la producción dedicada de hidrógeno, concentrada en pequeños proyectos de demostración. En 2022, la capacidad instalada en China creció a más de 200 MW, lo que representa el 30% de la capacidad global, incluido el proyecto de electrólisis más grande del mundo (150 MW). Para finales de 2023, se espera que la capacidad instalada de electrolizadores de China alcance los 1,2 GW (el 50 % de la capacidad mundial) con otro nuevo proyecto de electrólisis de tamaño récord mundial (260 MW), que comenzó a funcionar este año

En todo el mundo, los fabricantes de electrolizadores han anunciado ambiciosos planes de expansión. Según sus anuncios, en actualidad hay disponibles alrededor de 14 GW de capacidad de fabricación, la mitad de los cuales se encuentra, por supuesto, en China. Sin embargo, la realización de los ambiciosos planes de los fabricantes dependerá de una sólida demanda de electrolizadores, que hoy en día es muy incierta. 

¿Qué propone la IEA?

En su análisis, la Agencia Internacional de la Energía entrega cinco recomendaciones con las que el desarrollo del hidrógeno de bajas emisiones podría llegar a buen puerto. 

La primera de ellas se trata de implementar urgentemente esquemas de apoyo para la producción y el uso de hidrógeno de bajas emisiones. La IEA explica que los gobiernos han anunciado numerosos programas para apoyar a los primeros, pero en la mayoría de los casos, estos programas aún no se implementan o los fondos aún no están disponibles. Esto está obstaculizando las decisiones de inversión para proyectos planificados cuya viabilidad económica depende del apoyo público, situación que ha empeorado debido a los impactos de la inflación. 

Una segunda recomendación es tomar medidas más audaces para estimular la creación de demanda de hidrógeno de bajas emisiones, particularmente en los usos existentes del hidrógeno. Sugiere que los gobiernos deben tomar la iniciativa e implementar políticas que fomenten la acción en el sector privado, combinando medidas de apoyo con regulaciones para exigir la adopción de hidrógeno de bajas emisiones en las aplicaciones existentes. 

La tercera se enfoca en fomentar la cooperación internacional para acelerar las soluciones para la certificación de hidrógeno y el reconocimiento mutuo de certificados. Señala que la armonización total parece imposible en el corto plazo, pero los gobiernos deberían trabajar juntos para permitir el reconocimiento mutuo de los certificados, lo que permitiría un cierto nivel de interoperabilidad del mercado. 

Como cuarta recomendación, la IEA propone abordar rápidamente las barreras regulatorias, particularmente para la concesión de licencias y permisos de proyectos. Afirma que la presencia de un marco regulatorio claro y estable debe equilibrarse con un enfoque dinámico, calibrado para un seguimiento regular del mercado, tratando de hacer viables los principios regulatorios para no desalentar las inversiones. 

Finalmente, propone como quinta recomendación apoyar a los desarrolladores de proyectos para mantener el impulso durante el período inflacionario y ampliar el alcance regional. "Los gobiernos pueden tomar medidas con intervenciones que respondan a los riesgos financieros a corto plazo, incluidas garantías de préstamos, líneas de crédito a la exportación o inversiones de capital público en proyectos, para ayudar a los desarrolladores de proyectos que están luchando con aumentos en los costos de equipos y capital", concluye la IEA. 

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