La Comisión Europea, junto con España, Lituania y Austria, ha anunciado un apoyo financiero significativo para el desarrollo del hidrógeno renovable mediante el Fondo de Innovación. Los tres Estados miembros participarán en el esquema “Subastas como Servicio” del Banco Europeo del Hidrógeno, en el marco de la segunda subasta europea de hidrógeno, que se lanzará el próximo 3 de diciembre.
En esta iniciativa, se movilizarán en total alrededor de 2.000 millones de euros, incluyendo 1.200 millones de euros provenientes del Fondo de Innovación de la UE y más de 700 millones de euros de fondos nacionales de estos países.
- España destinará entre 280 y 400 millones de euros a esta iniciativa, a través del Plan de Recuperación y Resiliencia. La cifra exacta dependerá de la combinación de fondos utilizados en su esquema de ayudas estatales para clústeres y valles de hidrógeno, confirmándose en la primavera de 2025.
- Lituania aportará 36 millones de euros desde su Fondo de Modernización, en línea con sus metas de alcanzar una capacidad de electrólisis de 1,3 gigavatios y producir 129 kilotoneladas de hidrógeno renovable anualmente para 2030.
- Austria, con 400 millones de euros de su presupuesto nacional, apoyará proyectos con subvenciones de hasta 200 millones de euros cada uno, permitiendo una capacidad máxima de producción de 300 megavatios por proyecto en esta subasta.
“España está entre los países líderes en Europa en la apuesta por el hidrógeno renovable. Nuestra contribución al esquema de subastas como servicio es prueba de ello, además de un paso importante en la contribución a los objetivos europeos de neutralidad climática y de desarrollo de un ecosistema de I+D en este vector energético. Esta contribución es relevante y crea nuevas oportunidades de financiación para proyectos en España, que serán los beneficiarios de esta colaboración”, ha señalado la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen.
Maroš Šef?ovi?, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo, ha destacado que “el hidrógeno renovable será crucial para la descarbonización de nuestra economía, especialmente en sectores industriales en los que es difícil reducir las emisiones. Las empresas europeas necesitan nuestro apoyo para mantener su competitividad. Me complace ver que España, Lituania y Austria han decidido contribuir a nuestros esfuerzos europeos para crear un mercado del hidrógeno con nuevas contribuciones financieras. No puedo sino invitar a otros a seguir este buen ejemplo”.
Un compromiso con la descarbonización y la transición energética
Con estas aportaciones, los tres países refuerzan su compromiso con los objetivos climáticos nacionales y de la UE, apoyando la producción de energía limpia y la descarbonización de la industria europea. La plataforma común de subastas permite a los Estados miembros financiar proyectos adicionales sin necesidad de procesos de selección nacionales independientes, maximizando las oportunidades para los desarrolladores de proyectos.
Los proyectos seleccionados recibirán una prima fija por producción durante un periodo de hasta 10 años, compensando la diferencia entre los costos de producción y los precios del mercado.
Un paso más hacia la neutralidad climática
El Fondo de Innovación, una de las principales herramientas financieras de la Unión Europea para la transición energética, cuenta con un presupuesto estimado de 40.000 millones de euros entre 2020 y 2030. Este fondo, alimentado por los ingresos del sistema de comercio de emisiones de la UE, tiene como objetivo incentivar a empresas y autoridades públicas a invertir en tecnologías innovadoras de bajas emisiones de carbono. Hasta la fecha, se han asignado ya 7.200 millones de euros a proyectos transformadores en áreas como energías renovables, almacenamiento de energía y electrificación sostenible.
España, Lituania y Austria han dado un paso adelante al participar en esta segunda subasta de hidrógeno renovable, alineando sus estrategias nacionales con los objetivos europeos. Estas naciones reconocen el papel clave del hidrógeno renovable para descarbonizar sectores industriales y energéticos donde la electrificación directa no es viable. El esquema "Subastas como Servicio" no solo facilita la implementación de proyectos a nivel local, sino que también permite a los países optimizar el uso de sus recursos nacionales al integrarse en una plataforma común europea, maximizando la eficiencia y el impacto de las inversiones.
En este contexto, España se ha fijado la ambiciosa meta de alcanzar una capacidad de electrólisis de 12 GW para 2030, enfocándose en sectores industriales de difícil descarbonización como los procesos de alta temperatura. Por su parte, Lituania avanza hacia un modelo energético más limpio, consolidando el hidrógeno renovable como un pilar fundamental de su estrategia nacional y aumentando su capacidad de producción para reducir la dependencia de combustibles fósiles. Austria, con su meta de neutralidad climática para 2040, ha diseñado una estrategia que combina su capacidad de electrólisis con incentivos para proyectos innovadores, asegurando un equilibrio entre sostenibilidad y competitividad industrial. Estas acciones posicionan a los tres países como líderes en la transición hacia una economía baja en carbono.
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