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Las subvenciones al hidrógeno alcanzan los 280.000 millones de dólares a nivel mundial


Según la última actualización de BloombergNEF, las subvenciones anunciadas para el hidrógeno con bajas emisiones de carbono -un insumo fundamental para un mundo en proceso de descarbonización- se han cuadruplicado en los dos últimos años hasta superar los 280.000 millones de dólares. EE.UU. se sitúa muy por delante de los demás países, ya que los 137.000 millones de dólares que se espera que se destinen a proyectos elegibles en los próximos 10 años abaratarán el hidrógeno limpio para todo el mundo.

La ventaja estadounidense procede de la atractiva oferta de 3 dólares por kilogramo de hidrógeno producido con bajas emisiones de carbono, prometida en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos. BNEF estima actualmente el coste de la producción de hidrógeno limpio entre 2,3 y 4,8 dólares por kilogramo. La ayuda estadounidense hace que el hidrógeno bajo en carbono sea competitivo con el hidrógeno procedente del gas natural, permite economías de escala e impulsa la tecnología hacia abajo en la curva de costes, cambiando el panorama del hidrógeno para todos.

Otros mercados están respondiendo a la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense, pero no pueden igualar su poderío financiero. Las subvenciones europeas son alrededor de un 27% más bajas y se reparten entre numerosos programas nacionales de subvenciones, lo que las hace menos accesibles que en Estados Unidos, según BNEF.

Las subvenciones estadounidenses a través de la IRA son principalmente en forma de créditos fiscales. En Europa empiezan a surgir nuevos mecanismos de financiación, como los contratos por diferencia y las subvenciones a la prima fija -que proporcionan ingresos a los proyectos de hidrógeno durante su funcionamiento-, pero aún carecen del peso necesario para marcar una diferencia significativa.

Las subvenciones en Asia-Pacífico son significativamente menores que en otros lugares, representando sólo el 4% del total mundial y centrándose en gran medida en la investigación y el desarrollo.

Cada vez más países con estrategias nacionales

Es probable que las tecnologías para producir y utilizar hidrógeno se abaraten a escala mundial impulsadas por la demanda estadounidense. Los países que dependen de las importaciones de hidrógeno también podrían aprovechar el abaratamiento de las exportaciones estadounidenses de hidrógeno. Por ello, algunos países como Alemania están elaborando estrategias para afianzar su liderazgo como proveedores de tecnología para el sector del hidrógeno, en lugar de como productores a gran escala.

Mientras tanto, el número de países que cuentan con una estrategia del hidrógeno asciende ya a 44, y 35 están trabajando en ella, según el último Hydrogen Strategy Tracker del BNEF.

A medida que más países dan a conocer una visión para desarrollar su sector nacional del hidrógeno, es posible que muchos empiecen a replantearse su papel en un mercado mundial del hidrógeno frente a una producción estadounidense más barata.

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