La mayor economía de Europa no podrá depender de sí misma si quiere cubrir parte de su demanda de hidrógeno verde en 2030. Luego de la presentación de su nueva hoja de ruta del hidrógeno verde, Alemania dejó claro que existe un horizonte prometedor para el desarrollo de este vector energético. Pero no sin antes buscar aliados internacionales.
Por ello, el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (ISE) examinó en nombre de la Fundación H2Global 39 regiones en 12 países preseleccionados por la Fundación, donde la producción de dichos productos Power-to-X sería más barata hasta 2030, junto con el transporte a Alemania. El resultado: Brasil, Colombia y Australia ofrecen condiciones especialmente buenas para la importación de amoníaco verde, metanol y queroseno.
"El hidrógeno producido de forma sostenible y sus derivados serán indispensables en determinadas partes del sistema energético", afirmó el Profesor Hans-Martin Henning, director del instituto Fraunhofer ISE. "Según nuestros cálculos, las importaciones son un complemento necesario y económicamente sensato a la producción local de hidrógeno. Los proyectos Power-to-X a escala de gigavatios, que se consideran en este estudio, tienen largas fases de planificación y construcción, de modo que los primeros grandes- Se deben iniciar ahora proyectos a gran escala que puedan realizarse en países productores adecuados. Según los cálculos del Fraunhofer ISE, Alemania necesitará fuentes de energía Power-to-X tanto producidas localmente como importadas al menos en el rango de un solo dígito de teravatios-hora para 2030".
Según los cálculos hechos por Fraunhofer ISE para los 12 países preseleccionados por H2Global, los costos de producción local de hidrógeno verde gaseoso no son tan bajos como en Brasil, Australia y el norte de Colombia. La producción de un megavatio hora de hidrógeno verde cuesta allí entre 96 y 108 euros, es decir, entre 3,20 y 3,60 euros por kilogramo.
El Dr. Christoph Hank, autor principal del estudio, señaló que, "si se tiene en cuenta el transporte de larga distancia por barco en forma de hidrógeno líquido o amoníaco, en las mejores condiciones posibles hay unos costes de provisión para Alemania de 171 euros por megavatio hora en términos de contenido energético tanto del hidrógeno líquido como del amoníaco".
Por lo que las elevadas horas de plena carga combinadas de las centrales de energía solar y eólica en estos países y la alta utilización asociada de los procesos de conversión de la electricidad en electricidad, que actualmente siguen siendo intensivos en capital, son una ventaja clave de estos países, según el estudio. En cambio, la larga distancia entre la producción y la utilización no es un criterio de exclusión para el amoníaco, el metanol o la parafina, debido a su alta densidad energética y a la logística establecida para su transporte por barco.
Fuente: Fraunhofer ISE
El sur de Europa y el norte de África también entran en el juego
El estudio ve una alternativa en la importación de hidrógeno gaseoso por gasoducto hasta Alemania, con la posibilidad de transformarlo posteriormente in situ en sus productos derivados. "Las regiones del sur de Europa y el norte de África son las que mejor se comportan en este escenario", explicó el Dr. Christoph Hank. "Siempre que los primeros tramos de esta infraestructura de gasoductos estén construidos para 2030, a partir de entonces podrían transportarse grandes cantidades de hidrógeno producido de forma sostenible a Europa y, por tanto, también a Alemania, de una forma muy rentable".
En el análisis, las regiones de Argelia, Túnez y España, incluido el transporte en un gasoducto de gas natural convertido en hidrógeno, presentan los costes de suministro de hidrógeno gaseoso más bajos, con 137 euros por megavatio hora. Esto corresponde a 4,56 euros por kilogramo de hidrógeno verde.
Según el estudio, los criterios centrales para la generación rentable de electricidad a partir de X son las combinaciones ventajosas de energía eólica y fotovoltaica y una elevada utilización de la planta, así como unos costes de capital comparativamente bajos. "En general, hemos comprobado que la combinación de buenas condiciones de energía eólica y solar tiene un efecto muy positivo en los costes de producción de hidrógeno, a menudo más que si una región tiene condiciones extraordinariamente buenas para la generación de energía eólica o solar", señaló el Dr. Christoph Kost, responsable de los análisis de energías renovables en el estudio del Fraunhofer ISE. "En última instancia, los costes de generación de electricidad renovable más favorables posibles son el factor decisivo".
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