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El precio del combustible, la principal razón que motiva la compra de un coche eléctrico


Según un nuevo estudio de EY, los consumidores confían cada vez más en los vehículos eléctricos (EV), ya que el aumento del coste del combustible, las preocupaciones medioambientales y la reducción de los costes de propiedad están impulsando un aumento de la intención de compra de VE.

El EY Mobility Consumer Index 2023, un informe anual que proporciona información sobre las tendencias mundiales de la automoción, muestra que de los que planean comprar un vehículo, más de la mitad (55%) piensa en comprar un vehículo totalmente eléctrico o híbrido enchufable en los próximos dos años. Es importante destacar que el 38% afirma que el elevado coste del combustible de los vehículos con motor de combustión interna es la principal motivación para comprar un VE.

Como señalaron desde EY, este es el primer año en que los elevados precios del combustible se citan como una de las principales motivaciones para pasarse al VE, superando a las preocupaciones medioambientales y al aumento de las sanciones a los vehículos con motor de combustión interna para ocupar el primer puesto.

El último informe muestra además que la confianza de los consumidores en los vehículos eléctricos ha aumentado significativamente en general, con un incremento de la intención de compra de VE en la mayoría de los mercados, incluidos EE.UU. (+19%), Suecia (+12%) y Japón (+11%).

Los incentivos gubernamentales, como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) en EE.UU., también están influyendo y se espera que aumenten aún más este año. En China continental, aunque el Gobierno puso fin a las subvenciones a los VE en 2022, la inclinación de los consumidores hacia los VE sigue creciendo, impulsada por una combinación de mayores esfuerzos en investigación y desarrollo por parte de los fabricantes de automóviles, precios competitivos y una mayor disponibilidad de modelos asequibles.

Mientras tanto, los SUV emergen como el tipo de carrocería preferido por los potenciales compradores de VE en todas las geografías. Mientras que el 43% de los encuestados indica su intención de comprar un e-SUV, el 33% se inclina por la compra de un sedán.

Asimismo, alrededor del 88% de los encuestados indican su disposición a pagar una prima por los VE, en comparación con el 80% en 2022, siendo entre el 11% y el 20% la prima de precio que la mayoría de los encuestados dicen estar dispuestos a pagar por un VE.

“Por primera vez, el aumento de los precios del combustible se señala como la motivación número uno que impulsa la intención de compra de VE. La crisis del coste de la vida ha hecho ver a los consumidores que la compra de un VE es potencialmente la mejor opción para ellos”, afirmó Randall Miller, director global de Fabricación Avanzada y Movilidad de EY, indicando que el estudio también revela que “los incentivos gubernamentales favorables de los últimos años han desempeñado un papel muy importante en el fomento de la adopción del VE”.

“El verdadero reto para los fabricantes es saber si persistirá la inclinación de los consumidores hacia los VE y qué medidas habrá que tomar en caso de que los precios del combustible disminuyan. Del mismo modo, con la demanda y la confianza altas, los fabricantes de automóviles deben empezar a abordar las preocupaciones de los consumidores para mantener el impulso”, señaló Miller.

Preocupación por la recarga de los VE

Aunque la preocupación por los costes iniciales de compra ha disminuido a medida que han ido apareciendo modelos más asequibles, el 31% de los encuestados afirma que la falta de estaciones de recarga es su mayor preocupación a la hora de comprar un VE.

Y lo que es más importante, esto es así en varios mercados: EE.UU., China, Reino Unido y Alemania citan la recarga del VE como su mayor preocupación.

“A medida que avanzamos hacia el futuro del VE, la infraestructura de recarga sigue siendo un obstáculo crucial que hay que superar. La colaboración entre fabricantes, empresas energéticas y gobiernos a todos los niveles va a ser esencial para satisfacer las necesidades de los conductores de VE que lleguen a las carreteras; de lo contrario, el paso a los VE seguramente se estancará”, concluyó Miller.

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