
Los VE como "centrales eléctricas virtuales" reducirían drásticamente los costos energéticos en la UE
Un reciente estudio elaborado por los institutos Fraunhofer ISI e ISE para Transport & Environment (T&E) ha puesto de manifiesto el potencial de los vehículos eléctricos (VE) para convertirse en "baterías sobre ruedas" y ayudar a la red eléctrica europea a ahorrar hasta 100.000 millones de euros en un periodo de diez años, y al sistema eléctrico español hasta 2.100 millones de euros para el año 2040. Sin embargo, advierten que para aprovechar este ahorro y sus beneficios ambientales es indispensable contar con un marco regulador de la Unión Europea que permita la interoperabilidad de todos los vehículos eléctricos y sus sistemas de recarga bidireccional, transformándolos en "centrales eléctricas virtuales".
Vehículos eléctricos como baterías sobre ruedas
La tecnología de recarga bidireccional, también conocida como "vehicle-to-grid" (V2G), permite que los VE no solo consuman electricidad, sino que también devuelvan energía a la red en momentos de alta demanda. Esta capacidad permitiría una integración más eficiente de las energías renovables, reduciendo hasta en un 8% el costo de construcción y operación del sistema eléctrico europeo para 2040. De acuerdo con el estudio, esto podría significar un ahorro de hasta 22.000 millones de euros anuales para 2040 y reducir en un 92% la necesidad de instalar baterías estacionarias para almacenar energía.
Fuente: T&E
Impacto en la red eléctrica y en la factura de los hogares
El uso de V2G podría incrementar en un 40% la capacidad de integración de energía solar en Europa, mientras que, en países como España, con abundante capacidad solar, el incremento podría llegar al 189%. Esta capacidad permitiría que el parque de vehículos eléctricos cubra hasta el 17% de la demanda eléctrica anual en España y el 9% en Europa, posicionando a los VE como el cuarto proveedor de electricidad en la UE.
Además, la tecnología V2G se traduce en beneficios directos para los usuarios: los conductores españoles podrían reducir su factura eléctrica hasta un 50%, lo que supondría un ahorro de hasta 636 euros al año. Esta tecnología también podría prolongar la vida útil de las baterías de los vehículos en un 9%, disipando la preocupación por el desgaste de las celdas debido a los ciclos de carga y descarga.
Retos para la adopción del V2G
A pesar de los prometedores beneficios, la falta de un marco regulador común en Europa impide la adopción plena del V2G. Actualmente, los fabricantes de automóviles emplean sistemas bidireccionales de corriente alterna o continua, lo cual limita la compatibilidad entre vehículos y cargadores. Laura Vélez de Mendizábal, experta en electromovilidad de T&E España, enfatiza que, para liberar el potencial de esta tecnología, "los legisladores deben establecer normas de interoperabilidad en la UE para garantizar que todos los vehículos eléctricos puedan funcionar con cualquier cargador".
Según T&E, con la tecnología V2G, Europa podría reducir drásticamente su dependencia de las baterías estacionarias y avanzar hacia sus objetivos climáticos. Para aprovechar este potencial, es necesario que la UE y sus países miembros trabajen en la creación de un marco regulador que haga posible una infraestructura eléctrica interconectada y eficiente.
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