Más de 50 empresas, entre ellas 8 españolas, han solicitado a la Unión Europea (UE) que no reabra su objetivo de cero emisiones para coches y furgonetas en 2035. En una declaración públicada en Industry for 2035 los ejecutivos de toda la cadena de valor de la automoción, las tecnologías limpias, el transporte y la energía afirman que este objetivo es factible y necesario.
Entre las empresas firmantes de la petición se encuentran Volvo Cars, Maersk, Uber y la mayor empresa de leasing de Europa, Ayvens. Los fabricantes de vehículos eléctricos Polestar y Rivian también respaldaron la declaración, junto con el minorista Tesco y la mayor franquicia de IKEA, Ingka. En España, además de la empresa eléctrica Iberdrola, se han unido al comunicado otras siete empresas, como Zunder, Wallbox y Circontrol.
Las empresas enfatizan que el objetivo de emisiones cero para 2035 recibió un mandato democrático de los gobiernos de la UE y de los eurodiputados en marzo de 2023. En lugar de reabrir la legislación ya acordada, consideran que los esfuerzos deben centrarse en su aplicación efectiva. Esto incluye la creación de políticas industriales específicas y el apoyo a la inversión para establecer una cadena de valor de baterías local sostenible, el despliegue de infraestructuras de recarga y el suministro de electricidad limpia, así como la ecologización de las flotas corporativas y la recualificación de los trabajadores para la electrificación de la economía.
“El objetivo de 2035 ofrece una dirección clara que nos permitirá a las empresas, junto con todas las demás partes interesadas, centrarnos en llevar a cabo la transformación necesaria”, afirman los directivos en una declaración publicada en Industryfor2035.org. “También proporciona la tan necesaria certidumbre inversora sobre el futuro de la industria del automóvil en Europa”.
Los firmantes se muestran firmemente comprometidos con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 y destacan que muchas de ellas ya han realizado grandes inversiones para hacerlo realidad. “Por tanto, pedimos a los responsables políticos que no reabran las normas de CO2 para turismos y furgonetas aprobadas recientemente para 2026 y mantengan así el objetivo del 100% de coches con cero emisiones en 2035”, agrega la declaración.
Dominic Phinn, responsable de Transporte de Climate Group, señala que “para llevar a cabo las transformaciones empresariales e industriales necesarias para reducir las emisiones, los consejeros delegados y los ejecutivos necesitan estabilidad normativa. Cuestionar la retirada progresiva acordada para 2035 de la venta de vehículos con motor de combustión interna pondría en peligro sus inversiones, sus objetivos de descarbonización de la flota y, en última instancia, el objetivo de neutralidad climática de la UE”.
Por su parte, Isabell Büschel, directora de Transport & Environment en España, ha declarado que “modificar el objetivo para 2035 implicaría desestabilizar el marco sobre el cual las empresas han planificado sus inversiones.
En lugar de eso, deberíamos respaldar la transición con una hoja de ruta para el impulso del vehículo eléctrico en España, enfocada en acelerar la infraestructura de carga y fomentar la demanda a través de una electrificación más ágil de las flotas. Además, es fundamental promover la producción local de baterías sostenibles”.
Cabe destacar que las emisiones de coches y furgonetas representan más de una octava parte (13%) del total de emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Asimismo, las emisiones de CO2 de los automóviles aumentaron un 6% entre 2000 y 2019. Esta situación resalta la urgencia de mantener un compromiso claro hacia un futuro más limpio y sostenible en el sector del transporte.
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