Cataluña ha dado un paso adelante en su compromiso por un futuro más sostenible con la introducción de los primeros buses eléctricos de carreteras. Este innovador proyecto, impulsado por la Generalitat, tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire en la región.

Con una inversión total de 23 millones de euros, el proyecto se financia a través del Fondo Climático con dinero procedente del impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de coches, motocicletas y furgonetas comerciales. Estos cuatro modernos vehículos eléctricos se unen a las líneas que conectan Salt y Girona. Esta iniciativa no solo amplía la oferta de transporte público, sino que también contribuye significativamente a la descarbonización del sector del transporte.

El consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort Subiranas, junto con la consejera de Territorio, Ester Capella y Farré, han sido testigos de este hito durante su visita a Salt (Gironès), donde los buses eléctricos están listos para empezar a operar el próximo 15 de abril.

Estos vehículos, con capacidad para 84 pasajeros y una autonomía de 400 kilómetros, ofrecen una experiencia de viaje cómoda y moderna. Equipados con conectores USB en todos los asientos, pantallas informativas y acceso para personas con movilidad reducida, estos buses están diseñados para satisfacer las necesidades de todos los usuarios.

Además de proporcionar un servicio de transporte eficiente, la incorporación de estos buses eléctricos se traducirá en un ahorro anual estimado de 319 toneladas de CO2 y 84,000 litros de gasóleo. Este impacto positivo no solo beneficiará al medio ambiente, sino que también ayudará a aliviar la congestión en una de las áreas más transitadas de la región.

Este proyecto no solo representa un avance significativo en la descarbonización del transporte público en Cataluña, sino que también demuestra el compromiso continuo de la Generalitat con la innovación y la sostenibilidad en beneficio de todos los ciudadanos.