El hidrógeno verde ha venido para quedarse, pero no podemos pensar que es la gran solución a la descarbonización que a veces los medios de comunicación mediante titulares sensacionalistas nos hacen creer.
Tenemos que ser conscientes del rol que tiene y debe jugar el hidrógeno en nuestra sociedad para poder sacar el máximo provecho de él, utilizarlo responsable y eficientemente, no solo desde un punto de vista medioambiental sino también económico.
A pesar de las grandes ventajas que tiene el hidrógeno siempre es importante recordar sus puntos débiles para buscar soluciones. Cada proyecto de hidrógeno es diferente y único por lo que es muy importante insistir en analizar cada uno independientemente.
Como ideas generales en el contexto actual de 2022:
El precio del hidrógeno verde es más caro
¿Comparado con qué? Si hablamos de precio, el hidrógeno verde es (casi siempre) más caro y seguirá siendo más caro tanto comparado con el hidrógeno gris como para otros usos en las que pueda sustituir por ejemplo al gas natural. Solamente ahora y con los precios del gas natural que se han visto debido a la situación de los mercados a nivel mundial se puede esperar en un futuro una comparación más o menos equivalente en proyectos bajo unas condiciones muy muy específicas.
La defensa del hidrógeno verde no puede por tanto apoyarse en el ahorro económico para los consumidores. La realidad es que, hoy en día, para la mayoría de los proyectos se necesitan incentivos económicos ya sea mediante subvenciones u otros mecanismos para que sean rentables.
El hidrógeno puede contribuir al calentamiento global
Aquí no hay blanco ni negro, como es de suponer, una economía basada en hidrógeno en la que las fugas a las atmosferas de este gas aumentaran tendría efectos negativos y alterarían la capa de ozono. Obviamente sigue siendo mejor que el uso de combustibles fósiles.
Reutilización de infraestructuras
Muchas veces se habla de las similitudes que tiene el hidrógeno y sus derivados con los combustibles fósiles y el aprovechamiento que podría hacerse de muchas de los equipos que tenemos hoy en día y lo cierto es que es verdad. Pero también es cierto que se han hecho y se siguen haciendo inversiones enromes de dinero en el ámbito de los combustibles fósiles.
Empresas que hace pocos años apostaban por el gas natural mediante inversiones considerables apoyados por los gobiernos, o incluso los mismos países donde a estas instalaciones les quedan décadas de funcionamiento para poder considerarse amortizadas y que sería imposible adaptarlas a hidrógeno convirtiéndose en una ruina para muchas de ellas.
Electricidad vs. hidrógeno
Querer usar el hidrógeno a toda costa porque está de moda donde hay alternativas mejores es un error que se ve últimamente en muchas ocasiones. De nuevo, analizar bien cada caso para no arrepentirnos y darle mala fama es muy importante.
Difícil manejo y almacenamiento
El hidrógeno es pequeño, poco denso y explosivo por lo que su manejo y almacenamiento es más complejo que con otras sustancias. Conocerlo bien y aplicar las medidas de seguridad que a día de hoy ya se usan en la industria es necesario.
El precio de la energía
El precio para la producción de hidrógeno depende en gran medida del precio de la electricidad de la que se alimentan los electrolizadores. En tan solo 4 meses de 2022 los precios de los futiros de la electricidad han aumentado más de un 30%. Sin PPA baratos la producción de hidrógeno se antoja complicada.
Existen, como en cualquier otra tecnología o sector, otras barreras que hacen que el hidrógeno no sea perfecto, aun así, sus ventajas, el potencial que tiene y su versatilidad hacen que en pocos años la economía del hidrógeno sea una realidad.
Por Javier Pollos Ezquerra Consultant Partner en AtlantHy
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