Hace ahora tres años, en 2020, nuestro país se planteaba unos objetivos relacionados con el despliegue de las tecnologías del hidrógeno; En la denominada “Hoja de Ruta del hidrógeno”, que se presentaba en octubre de ese año, figuraba el despliegue de 4 GW de electrolizadores para el año 2030; el uso de un 25% de hidrógeno renovable en el sector industrial; y se estimaba una inversión público-privada de unos 8.900 millones de euros antes del año 2030.

Evidentemente, nadie podía prever que el interés por el hidrógeno iba a aumentar exponencialmente. En este tiempo, la propia Comisión Europea ha ido aumentando las recomendaciones y los objetivos relacionados con el hidrógeno, con la idea de conseguir el cumplimiento de los objetivos de descarbonización y lograr la soberanía energética del continente para mediados del siglo XXI.

Este aumento del interés se ha visto reflejado tanto en España, como en los socios de la Asociación Española del Hidrógeno. De este modo, el censo de proyectos que la AeH2 llevado a cabo durante los últimos meses, muestra cómo no solo es posible cumplir con los objetivos de la Hoja de Ruta, sino que, más aún, tendría sentido una revisión al alza.

En este sentido, se han censado más de 120 proyectos de TRL (madurez) 7 o superior, en diferentes estados de desarrollo. En lo relativo a instalación de electrolizadores, donde el objetivo de la Hoja de Ruta era de 4 GW instalados para 2030, el censo de proyectos hace ver que podríamos llegar a los 10 GW. Cuando la Hoja de Ruta establece que deberíamos ser capaces de satisfacer un 25% de la demanda de hidrógeno industrial con hidrógeno renovable, el censo habla de un 60%, lo que corresponde a unas 300.000 toneladas anuales. En el ámbito ferroviario, en el que la Hoja de Ruta habla de 2 líneas ferroviarias trabajando con hidrógeno para 2030, en el censo se recogen hasta 6 iniciativas. Además, cuando se habla de una inversión de 8.900 millones de euros, los socios plantean en los proyectos censados una inversión conjunta de más de 21.000 millones.

Sin embargo, no todo es positivo en el análisis de los datos del censo de proyectos; se habla de, tan sólo 34 estaciones de servicio de hidrógeno desplegadas en España en los próximos 7 años, cuando, según la Hoja de Ruta, deberíamos tener entre 100 y 150 instaladas para 2030; es un punto en el que, sin duda, hemos de mejorar.

Este censo de proyectos de hidrógeno, como decíamos, vendrá a aumentar los objetivos que se establezcan en la revisión de la Hoja de Ruta del hidrógeno española que tendrá lugar en 2023. En este sentido, algo apuntaba el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuando en la propuesta de revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que ha enviado recientemente a Bruselas, ha recogido que deberíamos tener no 4, sino 11 GW de electrolizadores instalados para el final de esta década; precisamente, la cifra que recoge el censo de proyectos de la Asociación instalados en España para 2030.

El hidrógeno ha despertado, sin duda alguna, el interés de países y empresas; ello hace que hayan aparecido numerosas iniciativas en este ámbito, tal y como puede verse en el censo.

En este sentido, me gustaría acabar con dos reflexiones;

No podemos hablar de una “burbuja”, puesto que no hay ningún precio inflado de una manera más o menos artificial; en todo caso, puede hablarse de un enorme interés, plasmado en iniciativas y propuestas, lo que no es intrínsecamente malo.

No todos los proyectos se llevarán a cabo; algunos, los menos maduros, desaparecerán, y aparecerán otros nuevos, mejores, con una mayor definición; pero esta “selección natural” es buena, y contribuirá a un despliegue de la Economía del Hidrógeno firme y afianzado en nuestro país.

Estoy seguro de que nos esperan unos años apasionantes, llenos de retos, pero también de oportunidades; espero que nos sigáis en este camino.