El creciente despliegue de energías limpias está configurado para impulsar la demanda de minerales críticos. Sin embargo, la gran pregunta que surge a partir de la situación actual es cómo hacer para que la industria minera crezca de manera sostenible y al ritmo del despliegue renovable.

Y es que según la información de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) la demanda de minerales críticos para la transición energética puede ser de 3 a 14 veces mayor que la producción actual. Esto significa un incremento en la producción minera de 20 millones de toneladas para 2050.

Review Energy habló con Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, para conocer más a fondo el papel de la minería en la transición energética.

Según él, sin duda alguna el crecimiento actual - y el esperado - en la generación de energía a partir de fuentes renovables tendrá una gran presión por el suministro de minerales esenciales para la infraestructura, transmisión y almacenamiento de estas nuevas fuentes energéticas. “Estamos hablando de cobre, níquel, litio, cobalto, tierras raras, y muchos otros que en general tienen algo en común: la oferta actual no cubrirá la demanda necesaria para desarrollar estas fuentes energéticas”, señaló.

Esto significa que, según Nariño, “si no avanzamos rápidamente, muy rápidamente, en el desarrollo de nuevos proyectos mineros – en Colombia y en el mundo -, simplemente la transición energética no va a poder avanzar. Y para acelerar los nuevos proyectos, es necesario acelerar las inversiones en exploración”.

Aceleración que no depende de un proyecto fotovoltaico, uno de electromovilidad o algún otro eólico. Para Nariño, todos exigen la misma atención porque para alcanzar las metas globales de reducción de emisiones se requiere avanzar en todos los frentes de manera decida, según él, en el desarrollo de infraestructura para la generación de energías renovables, para la transmisión, el avance en las tecnologías para el almacenamiento, el avance en las tecnologías para la captura de carbono y otros temas en donde todos tienen una importante participación de la minería, de distintos minerales dependiendo de la necesidad.

“Tal vez el único mineral en común de todos los procesos previstos para el desarrollo de fuentes limpias de energía es el cobre”, afirmó.

El presidente de la Asociación Colombiana de Minería también explicó a este medio que un proyecto minero ocurre luego de grandes y costosas campañas de exploración, y es por esto que países como Canadá o Australia generan todo tipo de incentivos para atraer las inversiones mineras en esta etapa inicial del proceso minero.

El ejemplo de Colombia

Nariño explicó además que en Colombia existen muy buenos proyectos de minería listos para avanzar en la parte operativa, diseñados con los mejores estándares mundiales, que pueden contribuir no solo con la brecha en el suministro para las energías renovables sino además en las brechas sociales de los territorios.

“Colombia tiene todo el potencial para ser un gran jugador de la oferta minera mundial y contribuir con el desarrollo de energías renovables en el país y en el mundo pero para avanzar en este sentido es necesario dar las señales positivas para atraer las inversiones que permitan explorar y explotar – con todos los estándares – nuestro potencial geológico. La política minera requiere de acciones que se traduzcan en el desarrollo minero que necesita el país y el mundo”, puntualizó.

Ampliar el volumen de producción y garantizar la diversidad del suministro

Y es que ante la asombrosa demanda renovable que se espera para los años siguientes, la minería debe estar lista. Nariño afirmó que para cerrar las amplias brechas que se prevén en el suministro de minerales es necesario desarrollar nuevos proyectos mineros.

El experto añadió que solo en cobre se estima que se necesitan 5 minas del tamaño de la mina más grande del mundo para cumplir esa meta. Y eso no se logra de la noche a la mañana. “Hay que empezar ya con los avances en la exploración y el impulso en construcción y montaje de los proyectos que tengan previsto un desarrollo sostenible, comprometido con el territorio y el medio ambiente como lo son los proyectos que impulsamos en la Asociación”, dijo.

Pero el desarrollo de nuevos proyectos mineros es solo la punta del iceberg. El camino hacia una transición energética alineada con el desarrollo de la minería atraviesa por otros numerosos cuellos de botella.

El Instituto Fraser en un estudio anual que realiza sobre distintos factores que inciden en la atracción de inversiones mineras identifica distintos elementos que son tradicionales cuellos de botella para la inversión: el conocimiento geológico, el esquema impositivo, el acceso al territorio, la seguridad jurídica, entre otros tantos, muchos de ellos comunes en las distintas jurisdicciones mineras. Y, según Nariño, “de acuerdo a dicha clasificación, el principal cuello de botella en Colombia es la seguridad”.

De otra parte, en algunas encuestas que ha realizado la Asociación, se ha identificado que el principal cuello de botella son la agilidad en los trámites mineros. 

“Sin embargo, considero que hoy uno de los principales cuellos de botella está relacionado con los mensajes alrededor de la minería. Es fundamental reconocer la importancia de la minería en el desarrollo local – y en la agenda global – para avanzar con los procesos mineros que tiene el país en todas sus fases”, puntualizó el presidente de la Asociación.

Es entonces donde el modelo público-privado necesita una acción más fortalecida pues, la política para atraer inversiones y la eficiencia en los trámites son la puerta de entrada para la inversión privada que se requiere para explorar y desarrollar minas. Nariño fue enfático en que “sin una política minera propositiva no va a haber inversión privada. Sin la inversión privada no habrá desarrollo minero en el país”.

Los materiales críticos escasos y el reciclaje

Finalmente, el experto reconoció a Review Energy que, si bien la economía circular hace parte de la agenda de sostenibilidad de las empresas mineras en el mundo y seguramente va a optimizarse en el mediano plazo el uso de materiales para la construcción de una nueva matriz energética, esta actividad nunca reemplazará la oferta que proviene directamente del subsuelo.