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La demanda de metales de transición se quintuplicará en 2050: BNEF


La demanda de metales clave necesarios para el despliegue de tecnologías de transición energética como la solar, la eólica, las baterías y los vehículos eléctricos se quintuplicará de aquí a 2050, según el denominado escenario Net Zero de BloombergNEF (BNEF). La oferta, en cambio, se ve limitada por la falta de inversión, el creciente riesgo país de la minería y unas reservas cada vez más agotadas. Por lo tanto, según BNEF los metales clave para la transición energética se convierten en una oportunidad de 10 billones de dólares, mientras la demanda aumenta y la oferta sigue rezagada.

El riesgo país sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo de nuevos proyectos mineros, según informó la compañía. La ralentización económica mundial y la necesidad de los países de asegurarse el suministro de metales esenciales han provocado el resurgimiento del nacionalismo de los recursos y el aumento de los impuestos sobre los mismos. Estas intervenciones frenan las inversiones en nuevas minas.

Dada la importancia de estos metales para la transición energética, los gobiernos deben encontrar un equilibrio entre la satisfacción de las necesidades inmediatas de sus economías locales y la ambición a largo plazo de un futuro global neto cero.

Kwasi Ampofo, responsable de metales y minería de BNEF y autor principal del informe, afirmó que “la transición energética ha puesto en el punto de mira a las materias primas”. “Supone una oportunidad y también una responsabilidad. La minería responsable debe sustentar la extracción de los recursos necesarios para satisfacer esta demanda. La minería es la piedra angular de la transición energética, por lo tanto, la industria debe liderar el camino, descarbonizando primero su propia huella”, explicó.

La transición energética conducirá a una disminución de los materiales utilizados en las tecnologías de generación de energía que emplean combustibles fósiles. En 2050, la demanda de metales de las centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles (carbón y gas) representa menos del 6% de la demanda total en generación de energía en el Escenario de Transición Económica de BNEF. Esto supone un descenso respecto al 16% de 2022. Mientras tanto, el consumo de metales en las energías renovables y el almacenamiento en baterías se duplica con creces en el mismo periodo.

“A pesar de las perspectivas bajistas para los metales utilizados en las tecnologías de combustibles fósiles, la transición energética podría dar lugar a un superciclo para la industria metalúrgica y minera. Este ciclo estará impulsado por la expansión masiva de las tecnologías de energías limpias, que estimularía el crecimiento de la demanda tanto de minerales críticos como de metales tradicionales”, indicó Yuchen Huo, analista de metales y minería de BNEF.

Valor del mercado y cuota de la demanda de metales de transición para 2022 y 2050

Fuente: BNEF

La transición energética requiere importantes inversiones en la extracción de materias primas. Esto coincide con un periodo de menor confianza de los inversores en la minería. Esta falta de confianza es el resultado de varios factores interrelacionados entre los que se incluyen la reciente volatilidad del mercado y la complejidad de desarrollar nuevas minas. Una vía prometedora para que las empresas hagan frente a la barrera de la captación de capital es mejorar sus resultados en materia de ASG. Esto permitirá a las empresas distinguirse en los mercados de capitales.

Finalmente, Ashish Sethia, responsable mundial de mercados de materias primas, energía y medio ambiente del BNEF, declaró que la industria minera se enfrenta a un triple desafío: “aumentar la oferta, mantener bajos los costes y reducir al mismo tiempo su huella medioambiental y de carbono”.

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