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Bombas de calor eficientes en edificios, cruciales para lucha de cambio climático: IRENA


El uso de bombas de calor en edificios será crucial para alcanzar el escenario límite de calentamiento global a 1,5 °C, ya que la electrificación representa aproximadamente la mitad de la reducción de las emisiones directas de CO2 en el sector de los edificios para 2050. Este es algunos de los datos extraídos del nuevo informe presentado por la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, en sus siglas en inglés), que analiza la importancia de la utilización de bombas de calor eléctricas en los hogares para la descarbonización.

Así, para IRENA las bombas de calor eléctricas representan una solución que puede aumentar la cuota de electrificación en los edificios y, al mismo tiempo, mejorar drásticamente la eficiencia del uso de la energía para la calefacción de espacios y del agua, que son las mayores fuentes de uso de energía en los climas templados y fríos.

Sin embargo, los datos sobre los costes y el rendimiento de las bombas de calor no han estado ampliamente disponibles para los responsables políticos, los investigadores u otras partes interesadas. Por ello, el informe pretende subsanar esta carencia de conocimientos y contribuir a la toma de decisiones mejor informadas sobre el papel de las bombas de calor.

Así, los objetivos son ofrecer una visión general de las tecnologías de las bombas de calor y sus aplicaciones; analizar el parque de edificios y las implicaciones del uso de las bombas de calor tanto en los edificios nuevos como en los antiguos; examinar la evolución reciente del mercado y la aceleración del despliegue de las bombas de calor, sobre todo en Europa; y ofrecer una revisión detallada de las tendencias de costes y rendimiento de las bombas de calor por tecnología, tamaño del sistema y, en algunos casos, tipo de vivienda.

En el camino hacia la energía neta cero, la electrificación desempeña un papel fundamental en el sector de los edificios. Las tasas de electrificación directa para el sector serían las más altas de cualquier uso final, alcanzando el 73% en comparación con el 32% en 2019. El número total de bombas de calor que proporcionan calefacción de espacios y agua en los países de clima frío se multiplicaría por casi nueve, superando los 142 millones en 2030 y alcanzando los 290 millones en 2050, en comparación con los aproximadamente 53 millones instalados en 2018.

Las inversiones en bombas de calor tendrían que pasar de una estimación de 12.000 millones de dólares al año en el periodo 2017-2019 a una media de 144.000 millones de dólares al año entre 2021 y 2030, antes de volver a reducirse a 77 000 millones de dólares al año en el periodo 2031-2050.

Por lo tanto, si el mundo quiere cumplir los objetivos del Acuerdo de París, los responsables políticos deben abordar los retos de reducir el uso de la energía y aumentar la proporción de energía renovable en los sectores de uso final. A nivel mundial, el sector de los edificios es responsable de unas tres gigatoneladas (Gt) de emisiones directas de dióxido de carbono (CO2) al año, mientras que el uso de electricidad y la combustión de combustibles fósiles asociada para la calefacción urbana elevan esa cifra a 10 Gt de CO2 al año.

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