Newsletter

Quieres recibir nuestras novedades

GALERIA
Pixabay

Geotermia, aerotermia, fotovoltaica y biomasa: energías clave para la rehabilitación energética


La transición energética pasa por adaptar las construcciones existentes mediante procesos que contribuyan a una mayor sostenibilidad. Por ello, las energías renovables juegan un papel crucial en la rehabilitación energética de los edificios y, especialmente, las energías geotérmica, aerotérmica, fotovoltaica y biomasa, como se recoge en la ‘Guía práctica para la gestión de ayudas a la rehabilitación energética de edificios’.

En la búsqueda de nuevas tecnologías que puedan sustituir a los actuales sistemas basados principalmente en la combustión y que hagan uso de la electricidad como vector energético, las bombas de calor aerotérmicas residenciales para calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria pueden ser parte de la solución para alcanzar los objetivos de descarbonización propuestos por la Unión Europea.

La bomba de calor hace uso de energías renovables, disminuye el consumo de energía final y de energía primaria y, además, es la tecnología con menores emisiones de CO2 en comparación con cualquier caldera de combustible fósil, sea de gasóleo, propano o gas natural. La bomba de calor es una máquina térmica capaz de transportar calor de un foco frío a un foco caliente y utiliza energías renovables, como son la energía térmica ambiental del aire, el agua o el suelo.

Actualmente, considerando además los últimos cambios normativos y los requerimientos de eficiencia energética, puede ser una opción óptima para la sustitución de calderas en prácticamente todas las situaciones: edificios con centralizaciones, con calderas individuales, en viviendas unifamiliares, etc.Además, estos sistemas pueden reducir la factura energética.

Con respecto a la energía geotérmica, hay diferentes recursos para su instalación en los que se aprovecha la masa térmica de los distintos sistemas constructivos: desde la incorporación de instalación de geotermia asociada a una cimentación profunda o la ejecución de forjados activos, ambas pueden considerarse tanto en edificaciones para rehabilitación como en nueva planta.

La energía fotovoltaica puede emplearse a través de paneles comerciales híbridos aprovechables paraproducir ACS y energía eléctrica al mismo tiempo. En cuanto a su instalación en los edificios, debe realizarse elevada respecto al plano de la cubierta, dejandouna cámara de aire ventilada por la cara inferior para evitar que aumenten las ganancias térmicas através de la cubierta y evitando reducir el rendimiento de los paneles.

Finalmente, la biomasa es una “excelente alternativa” de energías renovables térmica que puede emplearse de forma ventajosa en diferentes situaciones. Su funcionamiento por combustión implica flexibilidad en su uso, pero también la emisión de gases a la atmósfera. Sin embargo, el balance de emisiones de CO2 es muy favorable ya que no resulta complicado, frente a otras alternativas, alcanzar niveles de reducción superiores al 80%, y los efectos sobre la calidad del aire son poco relevantes empleando equipos de las tecnologías adecuadas y combustibles de calidad. Por otro lado, es una fuente de energía que contribuye muy apreciablemente a la creación de riqueza interna y a la generación de empleo, especialmente en zonas rurales.

La citada guía ha sido elaborada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Consejo Superior de Arquitectos de España (CSCAE), junto al Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España con el objetivo de optimizar la gestión técnico-administrativa en la tramitación de ayudas del Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), que coordina el IDAE.

Comentarios

  • Sé el primero en comentar...


Deja tu comentario