
Financiación, coordinación y adaptación: claves para el éxito de las normas del mercado eléctrico de la UE
Hace poco más de una semana los Veintisiete dieron luz verde final a la reforma del mercado eléctrico de la UE, adoptando normas actualizadas para lograr un sistema más estable y asequible.
Con el objetivo proteger a los consumidores de toda la UE para que se beneficien de precios energéticos más estables, reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles y cuenten con una mejor protección ante futuras crisis, la medida promete cambiar el panorama hacia una transición energética sin desvíos ni distracciones.
Review Energy ha analizado el panorama de la mano de Alejandro Diego Rosell, consultor energético y profesor de la Escuela de Organización Industrial (EOI),para explorar cómo las nuevas normas contribuirán realmente a la "estabilidad y asequibilidad" del mercado eléctrico de la UE y qué posibles obstáculos existan en su implementación.
En efecto, Rosell enfatiza que el aspecto más significativo es la capacidad de imponer límites a los precios durante crisis energéticas específicas y el uso de contratos por diferencia bidireccionales. Manifiesta que estos mecanismos no solo estabilizan los precios en tiempos de crisis, sino que también fomentan inversiones sostenibles en energías renovables.
“Creo que los Contratos por Diferencia (CfD, por sus siglas en inglés) pueden ser un importante repulsivo a la inestabilidad de precios que está plagando el mercado eléctrico y desincentivando nuevos proyectos”, afirma.
El consultor también explica que la reforma permitirá al gobierno de España incorporar las “necesidades de flexibilidad no fósil”, es decir, el almacenamiento y la respuesta de la demanda, en la actualización del PNIEC que se debe enviar el próximo mes de junio. “Se abre la puerta a contar por fin con un instrumento de apoyo a la flexibilidad no fósil que permita el desarrollo de sistemas de almacenamiento”, dice Rosell.
Los desafíos de la implementación
Sin embargo, ante un panorama que modificará al mercado eléctrico de la UE como lo conocemos, Rosell identifica que uno de los principales desafíos será asegurar el financiamiento necesario para la implementación de los CfD y otras medidas regulatorias.
Explica que es necesario establecer incentivos claros y subvenciones para atraer inversiones en energías renovables y tecnologías de almacenamiento de energía, tanto a nivel nacional como de la UE.
Coordinación entre Estados miembros
Para Rosell, la implementación uniforme de estas normas en todos los Estados Miembros puede ser complicada, especialmente dado que algunos, como Hungría, han expresado preocupaciones sobre la pérdida de autonomía en la gestión de sus mercados energéticos nacionales.
Por lo que propone fortalecer la cooperación y el diálogo entre estos para abordar preocupaciones específicas y garantizar una implementación coordinada y efectiva de las normas. Además de crear foros de discusión y buenas prácticas.
El cambio también pondrá a los mercados eléctricos y los operadores a adaptarse a nuevos modelos de contratos y regulaciones. Esto, reconoce el consultor, que conllevará una curva de aprendizaje y ajustes operativos.
En este sentido, Rosell explica que, “implementar un sistema robusto de monitorización y evaluación para revisar continuamente el impacto de las nuevas normas”.
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