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Integración de los sistemas eléctricos de EE.UU. y México: energía más limpia y barata


El Wilson Center y el Institute of the Americas publicaron el informe ‘Un llamado a una integración más profunda entre los sistemas eléctricos de los Estados Unidos y México’, que analiza cómo dicha integración crearía una oportunidad única para que los dos países manejen juntos los desafíos transfronterizos, aprovechen el potencial de desarrollo económico y aumenten la competitividad, mientras fomentan la seguridad energética para ambos países.

El documento, desarrollado por los investigadores John McNeece, Veronica Irastorza y Jeremy Martin, reveló que el comercio de electricidad entre Estados Unidos y México es muy humilde; las importaciones de Estados Unidos desde México representan aproximadamente el 0,6 % del consumo de electricidad en los estados fronterizos de Estados Unidos de Arizona, California, Nuevo México y Texas.

Mientras que las importaciones mexicanas desde EE. UU. representan menos del 2% del consumo mexicano. La razón principal, según la investigación, es que los sistemas eléctricos de los dos países no están integrados, con excepciones limitadas.

Por lo que establece que el movimiento hacia un mayor uso de energía renovable en ambos países, junto con los desafíos relacionados con la confiabilidad de la red y los riesgos climáticos extremos presentados por el cambio climático, abogan por una mayor integración eléctrica entre los dos países.

John McNeece, Veronica Irastorza y Jeremy Martin afirman que la diversidad geográfica resultante ayudará a suavizar la intermitencia de las energías renovables, reducir las restricciones renovables y bajar los precios de la electricidad. Y es que dicha diversidad geográfica también será capaz de proporcionar beneficios de confiabilidad y, eventualmente, una menor necesidad de capacidad de reserva.

Además, “una integración más profunda, junto con un mayor desarrollo de las energías renovables, podría mitigar la dependencia mexicana de los hidrocarburos importados, que se ve exacerbada por las tendencias geopolíticas mundiales que afectan el precio de las importaciones”, dice la publicación.

¿Qué aporta México?

Según el Estándar de Cartera de Energía Renovable (RPS, por sus siglas en inglés) de California, citado en el informe, los proyectos de energía renovable ubicados en México cerca de la frontera cumplirán con las obligaciones RPS de las empresas de servicios públicos de California si esos proyectos se conectan a la red de California a través de una línea de transmisión transfronteriza, sin conectarse primero a la red mexicana.

“Los proyectos de energía renovable ubicados en México cerca de la frontera, es decir, en Baja California, podrían ayudar a las empresas de servicios públicos de California con sus obligaciones de RPS si los proyectos son solo de exportación y tienen la interconexión directa necesaria a la red de California, sin conectarse primero a la red mexicana”, establece la investigación. 9

Baja California, que cuenta con recursos solares y eólicos de alta intensidad, podrá vender la electricidad derivada de estos recursos a un precio más bajo. Pero, para los investigadores, la integración de una amplia red de capacidad de generación a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México también podría brindar beneficios adicionales.

Fin de la intermitencia

Según la investigación, un mayor apoyo a las renovables apoyado en las redes de generación de área extensa, que se extienden a lo largo de la frontera entre EE. UU. y México, ayudaría a mitigar la intermitencia y la variabilidad de la energía limpia en ambos lados de la frontera “al aprovechar los recursos de generación en toda el área cubierta por la red”.

Dichas redes, explica el informe, también podrían contribuir a la confiabilidad, “incluso en condiciones de emergencia, al proporcionar múltiples fuentes de energía a una autoridad de equilibrio local que enfrenta cargas mayores que el suministro disponible. Un beneficio clave de las redes de generación de área extensa al brindar todos estos beneficios es que el comprador podrá seleccionar entre muchos recursos de generación para satisfacer sus necesidades al mejor precio disponible”.

Una mirada global

Según la publicación, los problemas de electricidad entre Estados Unidos y México no están aislados de los problemas geopolíticos globales. El potencial de una mayor vinculación entre los sistemas eléctricos de EE. UU. y México, centrado en la energía renovable, es cada vez más relevante, ya que el conflicto armado en Europa plantea preocupaciones de seguridad energética con respecto al suministro de combustibles fósiles.

“México no es inmune a la volatilidad de los combustibles fósiles y debe buscar el rápido despliegue de tecnologías de energía renovable y electrificación como alternativa a la dependencia de los combustibles fósiles”, explica.

Y es que el país latinoamericano en la actualidad importa grandes y crecientes cantidades de gasolina, otros productos refinados y gas natural de los EE. UU. Sin embargo, podría reducir su dependencia de los hidrocarburos importados al poner más foco en las energías renovables, que podría generar en cantidades enormes debido a sus abundantes recursos solares y eólicos.

El estudio concluye que la energía limpia, confiable y asequible será una importante ventaja competitiva para los países que buscan inversiones de empresas y los inversores que las respaldan. “México puede mejorar la probabilidad de inversiones de los principales fabricantes y otras empresas fomentando la energía renovable y profundizando la integración de la red con EE. UU.”, aclara.

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