Se prevén inversiones de más de 2 billones de dólares en tecnologías limpias para 2035
Un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) revela que el rápido auge de las tecnologías de energía limpia ofrece importantes oportunidades para los países que buscan fabricarlas y comercializarlas, al tiempo que presenta decisiones desafiantes para los gobiernos. Según el análisis, las tensiones y compensaciones derivadas de las políticas industriales y comerciales que decidan adoptar pueden influir en sus estrategias económicas.
El informe 'Energy Technology Perspectives 2024 (ETP-2024)', se centra en las perspectivas de las seis principales tecnologías de energía limpia fabricadas en masa: energía solar fotovoltaica, turbinas eólicas, automóviles eléctricos, baterías, electrolizadores y bombas de calor. Según las políticas actuales, se prevé que el mercado global de estas tecnologías aumente de 700.000 millones de dólares en 2023 a más de 2 billones de dólares en 2035, una cifra cercana al valor del mercado mundial del petróleo crudo en años recientes. Además, se espera que el comercio de tecnologías limpias se triplique en la próxima década, alcanzando los 575.000 millones de dólares, superando en más del 50% el comercio global de gas natural en la actualidad.

El informe también analiza materiales clave como el acero y el aluminio, y proporciona un marco analítico único para los responsables de políticas que navegan por el complejo panorama de la fabricación y el comercio de energía limpia. Basado en un nuevo conjunto de datos y modelos cuantitativos fundamentados en las políticas de los países, el ETP-2024 traza el estado actual de la fabricación y el comercio de energía limpia, así como su evolución futura. El documento explora cómo los países en diferentes etapas de desarrollo pueden aprovechar los beneficios de la economía energética emergente, garantizando al mismo tiempo transiciones a la energía limpia que sean seguras y rentables.
“Se prevé que el mercado de tecnologías limpias se multiplique en valor en la próxima década, alcanzando cada vez más a los mercados de combustibles fósiles. A medida que los países tratan de definir su papel en la nueva economía energética, tres áreas políticas vitales –energía, industria y comercio– se están interrelacionando cada vez más. Si bien esto deja a los gobiernos con decisiones difíciles y complicadas por delante, este nuevo e innovador informe de la AIE proporciona una base sólida y basada en datos para sus decisiones”, dijo el Director Ejecutivo de la IEA, Fatih Birol . “Las transiciones a la energía limpia presentan una importante oportunidad económica, como hemos demostrado, y los países están tratando de aprovecharla con razón. Sin embargo, los gobiernos deben esforzarse por desarrollar medidas que también fomenten la competencia continua, la innovación y la reducción de costos, así como el progreso hacia sus objetivos energéticos y climáticos”.
China no perderá en liderazgo
De acuerdo con el informe, el crecimiento del mercado mundial de tecnologías limpias ha impulsado una inversión récord en su fabricación, con países como China, la UE, Estados Unidos e India buscando fortalecer su seguridad energética, ventaja económica y reducir emisiones. A pesar de importantes políticas de apoyo en EE.UU., la UE e India, China seguirá siendo la principal potencia manufacturera. Con las políticas actuales, sus exportaciones de tecnologías limpias podrían superar los 340.000 millones de dólares en 2035, una cifra comparable a las proyecciones de exportación de petróleo de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos combinadas.

En la actualidad, los países del Sudeste Asiático, América Latina y África representan menos del 5% del valor generado por la producción de tecnologías limpias. Sin embargo, el ETP-2024 destaca que la puerta de la nueva economía de energía limpia sigue abierta para países en diferentes etapas de desarrollo. Identifica oportunidades clave para las economías emergentes y en desarrollo sobre la base de una evaluación país por país de más de 60 indicadores, como el entorno empresarial, la infraestructura para la energía y el transporte, la disponibilidad de recursos y el tamaño del mercado interno.
El informe concluye que las economías emergentes pueden aprovechar sus ventajas para avanzar en la cadena de valor de tecnologías limpias. En los próximos 10 años, el sudeste asiático podría convertirse en un productor económico de polisilicio y obleas para paneles solares; América Latina, especialmente Brasil, tiene potencial para expandir la fabricación de turbinas eólicas para exportación; el norte de África podría convertirse en un centro de producción de vehículos eléctricos, y varios países del África subsahariana podrían producir hierro con hidrógeno de bajas emisiones.





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