Esta semana, el Departamento de Justicia solicitó al Tribunal de Comercio Internacional que desestime las acciones legales presentadas por entidades de energías renovables como la Asociación de Industrias de Energía Solar (SEIA), NextEra Energy e Invenergy, que impugnaron la decisión de Trump de elevar aranceles sobre módulos importados para impulsar la producción nacional.

El fallo llega poco más de una semana después de que decenas de directores ejecutivos escribieron a Biden pidiendo el fin de lo que llamaron impuestos "punitivos y mal concebidos" en la cadena de suministro.

La administración Biden no encontró razones para sospechar irregularidades y recomendó que se desestimara la denuncia.

Como un intento de impulsar la fabricación nacional de módulos solares que el gobierno de Trump impuso aranceles del 30% a los módulos solares importados a EE. UU. Esto provocó informes de "daños devastadores"  para el sector y provocó  una batalla legal con las empresas solares canadienses. Sin embargo, las tarifas habían disminuido gradualmente desde su implementación y cayeron alrededor del 20% el año pasado. 

Esta decisión del Departamento de Justicia representa un desafío para muchos de los desarrolladores de proyectos solares de EE. UU. Una carta abierta publicada en febrero y respaldada por la SEIA y 17 directores ejecutivos de energías renovables dijo que las tarifas sofocaron la creación de empleo en el sector y "obstaculizaron" la capacidad de la nación para abordar el cambio climático. La directora ejecutiva de SEIA, Abigail Ross Hopper, dijo que los contratos solares por valor de “miles de millones de dólares” se han puesto en riesgo debido a las medidas.