La Asociación Eólica Gallega volvió a pedir al Gobierno de España que amplíe el plazo de tramitación de los proyectos con Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable. Así, la demanda que piden al Ejecutivo es que tanto la autorización administrativa como el permiso de construcción se puedan presentar juntos en el plazo de seis meses, y no en tres y seis meses sucesivamente.

Según informó la asociación en un comunicado, apenas se ha instalado nueva potencia eólica en los últimos tres años en Galicia, así que es momento de “avanzar a mayor ritmo y facilitar las tramitaciones de los proyectos, una vez que ya disponen de la correspondiente licencia ambiental”, pues el viento es la principal fuente renovable que hay en Galicia.

Asimismo, afirmaron que este 2023 será un año decisivo en la construcción de nuevos parques, ya que la nueva energía suministrará en buena medida electricidad limpia a grandes proyectos vinculados a los fondos Next Generation, como Showa Denko o Altri; así como a empresas electrointensivas, caso de Alcoa, que necesitan energía barata para su supervivencia.

El sector eólico será determinante en el mantenimiento y desarrollo industrial y, de hecho, ya ha habido otras asociaciones que han pedido al Ministerio de Transición Ecológica acelerar los proyectos de energía eólica en España, como es el caso de la plataforma Vientos de Futuro.

Necesidad de exigencia en la tramitación

Con esta petición, la asociación no pide que se rebajen los requisitos exigidos en los DIA, sólo que el plazo de tramitación sea más rápido. “Ha salido un buen número de DIAs favorables, pero también las hay negativas y condicionadas a que el proyecto resuelva alguna circunstancia. Esto quiere decir que no todo vale, como ya sabemos y hemos dicho públicamente siempre desde EGA. La exigente tramitación ambiental, urbanística y administrativa es una garantía para la sociedad”, aclararon desde la asociación.

Debido al contexto geopolítico actual, pidieron finalmente que tanto España como la UE continúe trabajando para fomentar la implantación de energías renovables para aminorar las secuelas de carácter energético traídas por la invasión de Ucrania. “Traerán, a partir del viento, una energía propia, limpia y renovable, que contribuye a reducir notablemente el precio de la luz y nuestra dependencia energética, que además es una servidumbre de los combustibles fósiles. De hecho, en enero, las renovables bajaron un 65% el precio del mercado español”, concluyeron.