La eólica marina acelera su crecimiento global, pero los compromisos nacionales se quedan cortos
A petición de la Alianza Mundial de Energía Eólica Marina (GOWA), la organización independiente Ember ha elaborado un análisis exhaustivo sobre los objetivos mundiales en materia de energía eólica marina, abarcando compromisos nacionales, regionales y provinciales. El informe, firmado por Dave Jones, analista jefe de Ember, y Amisha Patel, jefa de la Secretaría de GOWA, ofrece una visión integral de las ambiciones actuales y del progreso hacia su despliegue, con el objetivo de contribuir al debate internacional de cara a la COP30.
El documento subraya que los objetivos claros y ambiciosos son la piedra angular del progreso en energía eólica marina, al ofrecer visibilidad de mercado, confianza a los inversores y certidumbre política. Según Ember, estos objetivos no son meras declaraciones políticas, sino instrumentos económicos de largo plazo que movilizan inversiones y orientan la planificación de infraestructuras energéticas.
27 países con objetivos nacionales y un crecimiento acelerado hasta 2030
Actualmente, 27 países han establecido objetivos nacionales para el desarrollo de la energía eólica marina, además de 27 objetivos subnacionales y tres regionales (Mar del Norte, Mar Báltico y la Unión Europea). De ellos, 22 países tienen metas para 2030, 18 fijaron objetivos posteriores a esa fecha y siete incluyen metas específicas para la eólica marina flotante.

El despliegue global de esta tecnología está a punto de acelerarse, aunque muchos países no alcanzarán los objetivos propuestos para 2030. El Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC) prevé que la capacidad eólica marina casi se triplicará entre 2024 y 2030, pasando de 83 GW a 238 GW, pero también advierte que varios países retrasarán sus plazos hasta principios de la próxima década.
Durante el último año, el GWEC redujo sus previsiones globales para 2030 en un 25 %, reflejando la ralentización del impulso del sector, afectado por el incremento de costes, las presiones en la cadena de suministro y los retrasos administrativos.
Estados Unidos, China y Europa: avances desiguales
El informe destaca que, pese a los desafíos, los fundamentos de la energía eólica marina permanecen sólidos. En Estados Unidos, el Gobierno intentó frenar el desarrollo del sector en 2025 mediante la suspensión temporal de los proyectos Empire Wind (Equinor) y Revolution Wind (Orsted), aunque finalmente ambas órdenes fueron revocadas. Se prevé que entre 2025 y 2029 se instalen 5,8 GW de nueva capacidad en el país.
En la República Popular China, los gobiernos provinciales avanzan en la definición de objetivos para 2030. Actualmente, 11 provincias costeras tienen metas para 2025 que suman 64 GW, y se espera que el XV Plan Quinquenal introduzca un objetivo nacional de eólica marina para 2030. El presidente Xi Jinping anunció además un compromiso más amplio de alcanzar 100 GW anuales de capacidad eólica y solar entre 2026 y 2035.
En Europa, 15 países suman en conjunto 99 GW de objetivos nacionales, liderados por Alemania (30 GW) y Países Bajos (21 GW). El Reino Unido mantiene la meta más alta, con entre 43 y 50 GW para 2030, seguido de India (30–37 GW) y Estados Unidos (30 GW).
América Latina y nuevas regiones se incorporan al impulso global
El informe identifica 88 países con potencial eólico marino sin objetivos establecidos, de los cuales 11 ya desarrollan planes activos. Entre ellos destacan Australia, Brasil, Canadá, Chile, Malta, Panamá, Papúa Nueva Guinea, Santa Lucía y Trinidad y Tobago, todos miembros de la GOWA.
América Latina se perfila como una región clave para los próximos años. Colombia ya cuenta con un objetivo nacional, mientras que Brasil prepara su primera subasta costa afuera para 2026 y podría conectar sus primeros proyectos a inicios de la década de 2030. Chile y México también avanzan en el desarrollo de marcos regulatorios, y Marruecos proyecta construir el primer parque eólico marino de África en 2029, con 1 GW de capacidad cerca de Essaouira.
Otros países como Nueva Zelanda y Azerbaiyán ultiman sus planes normativos y licitaciones iniciales para introducir esta tecnología en la próxima década.
El reto: convertir la ambición en resultados
Pese a las dificultades, Ember y GOWA insisten en que los objetivos de energía eólica marina siguen siendo un motor esencial de la transición energética. La organización advierte que, para cumplir los compromisos climáticos globales, las instalaciones anuales deberán multiplicarse por seis entre 2025 y 2030, mientras que las previsiones actuales del GWEC y la AIE solo apuntan a una triplicación.
El informe Global Offshore Wind Report 2025 del GWEC coincide con las proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que estima entre 224 y 270 GW de capacidad eólica marina para 2030. La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), por su parte, calcula que se necesitarán 413 GW para cumplir el compromiso global de triplicar la capacidad renovable antes de 2030.
En palabras de Amisha Patel, jefa de la Secretaría de GOWA, “la energía eólica marina es un pilar fundamental de la transición hacia la energía limpia”. Con Brasil como anfitrión de la COP30, la organización insta a convertir la cumbre en un espacio de implementación real de los compromisos y a reafirmar la ambición global en torno a esta tecnología clave para la seguridad energética, el crecimiento industrial y la resiliencia climática.







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