A medida que los gobiernos se esfuerzan por hacer frente a los retos climáticos y de calidad del aire, los mercados parecen dispuestos a suministrar la principal alternativa a la tecnología de combustión interna: los vehículos eléctricos (VE). Sin embargo, un obstáculo común para el rápido crecimiento de los mercados de VE es la ausencia de infraestructuras públicas de recarga, cuyo desarrollo se complica por la amplia gama de tipos de cargadores (ocho y subiendo) que existen actualmente en los principales mercados.

Por ello, el Consejo Internacional del Transporte Limpio (ICCT), asegura que parte de la ardua tarea de los países en transición hacia el VE consiste en establecer una estrategia estándar de cargadores que acelere el crecimiento del parque de vehículos eléctricos en consonancia con las prioridades nacionales de desarrollo.

En su informe ‘Strategies for setting a national electric vehicle charger standard: Relevant factors and the case of Chile’, la institución resume el desarrollo que los cargadores de vehículos eléctricos (VE) deberán tener en el futuro y los estándares de los cargadores en los cuatro principales mercados de vehículos: China, la Unión Europea, Japón y Estados Unidos.

Así, identifica tres estrategias a disposición de las autoridades nacionales para elegir entre las normas de los cargadores (las especificaciones técnicas que configuran el uso de los cargadores y, en última instancia, determinan qué VE pueden utilizarse en un país). Estas estrategias son tres: los gobiernos pueden adoptar un enfoque de ‘laissez-faire’, dejando la configuración del panorama de los cargadores en manos de otros agentes; adoptar una norma única y exigir que los fabricantes de VE se ajusten a ella; o adoptar normativas de interoperabilidad que den cabida a diversos tipos de cargadores y a una amplia gama de VE.

La elección de un país tiene consecuencias: implica una inversión importante por parte de los gobiernos y los fabricantes, y puede definir el camino a largo plazo de un país para la infraestructura de recarga, haciendo que el cambio posterior sea difícil y costoso. Las organizaciones internacionales de normalización y los fabricantes de vehículos influyen en las estrategias nacionales de recarga, que determinan los mercados de vehículos y la infraestructura de recarga de cada país.

Este documento analiza así los factores que impulsan la proliferación de cargadores, la historia de su desarrollo y los factores que intervienen en la elección de una estrategia para establecer una norma sobre cargadores (la situación del país como importador o exportador de vehículos eléctricos, el poder de innovación de la industria privada, el tamaño del mercado y la fuerza reguladora).

ICCT

El caso de Chile

También se examina el caso de Chile, que, al igual que muchos países emergentes, se encuentra en la cúspide de la transición hacia el VE. La experiencia de este país, que en los últimos años se ha esforzado por elegir una estrategia estándar para los cargadores, puede ser instructiva para otras economías emergentes en el umbral de la transición hacia el VE. Como pequeño país de 19,4 millones de habitantes, su mercado de vehículos es modesto e importa el 100% de sus vehículos nuevos (37.000 en 2021), dos tercios de los cuales proceden de Asia.

Chile no ha sido históricamente un país pionero en tecnología, pero ha demostrado su liderazgo en política climática, incluyendo la aprobación de una serie de leyes sobre el clima en los últimos años. Teniendo en cuenta los factores citados anteriormente que afectan a la elección de las normas del cargador, estas características sugieren que Chile no está en una posición fuerte para elegir un único estándar de una estrategia de interoperabilidad. En diciembre de 2021, se abrió a consulta pública una estrategia chilena de interoperabilidad; en diciembre de 2022, aún no se había tomado una resolución final.