La industria de infraestructuras de recarga en España podría alcanzar una facturación acumulada cercana a los 3.500 millones de euros en el periodo 2025-2030, siempre que mantenga el ritmo de crecimiento previsto para el mercado europeo (UE27). Esta proyección supondría pasar de 300.000 a más de 663.000 unidades fabricadas, lo que representa un incremento del 121% en la producción.

Así lo recoge el informe “Industria de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos en España. Perspectivas 2025-2030”, elaborado por AEDIVE (Asociación Española para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica) y presentado con motivo del Día Mundial del Vehículo Eléctrico, en el marco de un encuentro organizado con Europa Press.

Desde AEDIVE destacan que estas cifras refuerzan la posición de España como líder europeo en la fabricación de puntos de recarga, un segmento que se distingue por su capacidad de innovación, generación de riqueza y empleo de calidad, y que contribuye de manera decisiva a la transición energética en términos de descarbonización y beneficios medioambientales.

Un ecosistema industrial distribuido por todo el país

Actualmente, el ecosistema de la electromovilidad en España está conformado por más de un centenar de institutos, centros tecnológicos, universidades y empresas con capacidad de fabricación de infraestructuras de recarga, repartidos por todas las Comunidades Autónomas (datos de 2024).

El informe subraya que España cuenta con una larga tradición industrial vinculada a la electrónica de potencia, los bienes de equipo y el material eléctrico, experiencia que ha servido de base para el liderazgo en sectores como las energías renovables y el almacenamiento energético, y que hoy se refleja en la fabricación de puntos de recarga.

Otra característica destacada del sector es el peso de las empresas familiares, independientes e innovadoras, con centros de decisión radicados en España. A ello se suma su fuerte capacidad exportadora hacia Europa, Oriente Próximo, Norteamérica y Sudamérica, así como la presencia de plantas de fabricación en países como Estados Unidos y China.

En este escenario, AEDIVE ejerce un papel central al aglutinar a la práctica totalidad del ecosistema empresarial de esta industria.

Un motor económico y una oportunidad histórica

El sector de las infraestructuras de recarga forma parte de la industria de la movilidad eléctrica, que ya tiene un impacto notable en la economía española. Según datos de AEDIVE, cada euro invertido en movilidad eléctrica genera 1,8 euros de PIB. Para cumplir con los objetivos del PNIEC, España deberá invertir cerca de 60.000 millones de euros de aquí a 2030, lo que implica casi 11.000 millones de PIB anual, equivalente al 17,2% del PIB industrial.

Además, esta aportación permite crear o mantener unos 55.000 empleos anuales, lo que supone casi el 2% del empleo industrial en el país.

En este sentido, Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE, afirmó: “La electrificación del transporte representa una gran oportunidad histórica para España en términos económicos, industriales y medioambientales. Por ello, es vital el apoyo de las Administraciones Públicas para dotar de los instrumentos necesarios, tanto regulatorios como fiscales, que permitan reforzar el ecosistema de la movilidad eléctrica, con el consiguiente incremento de empleo y crecimiento económico”.