Sin duda, 2022 ha sido un año para la historia y seguramente en los próximos años en los colegios se estudiará cómo en 2022, sumidos en dos crisis globales, empezamos a comprender el valor estratégico y humano de la energía.

La buena noticia es que para ambas crisis la energía solar ha sido y seguirá siendo una parte fundamental de la solución: ayudando a reducir la factura energética de los consumidores y la inflación, a la vez que, por su capacidad para sustituir el uso de combustibles fósiles, supone una barrera de contención frente a la emergencia climática.

Los datos obtenidos por UNEF en 2022 en autoconsumo fotovoltaico así lo demuestran. En 2022 se instalaron 2.507 MW de nueva potencia instalada de energía solar en instalaciones de autoconsumo. Esta cifra supone un incremento del 108% con respecto a 2021, cuando se pusieron en marcha 1.203 MW. Según los datos recogidos por UNEF, España ya cuenta con 5.249 MW de potencia instalada acumulada de autoconsumo. En cuanto al reparto por sectores, la mayoría de esta nueva potencia, un 47%, se ha instalado en el sector industrial, un 32% en el sector residencial, un 20% en el sector comercial, siendo el 1% restante, autoconsumo aislado.

Por su parte y según el estudio que realizamos de manera anual, podríamos considerar que en 2022 habrían hecho a 200.500 nuevas instalaciones residenciales con autoconsumo en España.

Que el autoconsumo siga batiendo récords es el resultado de varios factores. Sin duda de los altos precios de la electricidad generados entre otras razones por las consecuencias de la invasión de Ucrania. Pero también de la madurez de la sociedad, el rápido desarrollo de la tecnología y las empresas especializadas, las mejoras de la regulación, así como el impulso de las ayudas contempladas dentro de los Fondos de Recuperación del Gobierno y otras ayudas pública. No podemos olvidarnos la importancia que está consiguiendo el autoconsumo colectivo con un despegue muy prometedor, lo que consolida el optimismo del sector.

Todos estos factores han ayudado a que cada vez más particulares se conviertan en autoconsumidores, consiguiendo ahorros en su gasto energético y sumándose a la lucha contra el cambio climático. Esto está generado un efecto demostración que va a hacer que el autoconsumo se convierta en un elemento habitual en nuestras viviendas y negocios.

Una vez superado el hito de los 5GW de potencia instalada de autoconsumo a nivel nacional, España avanza a velocidad de crucero en el cumplimiento de los objetivos marcados en la Hoja de Ruta del Autoconsumo publicada por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico en 2021 con el objetivo de acelerar la transición energética de nuestro país en un tiempo récord.

Los buenos datos que presenta la Unión Española Fotovoltaica respecto al crecimiento del autoconsumo ponen de manifiesto la necesidad que tiene el sector de la energía solar en España de formar, captar y retener profesionales para que esta tendencia de crecimiento pueda sostenerse en el tiempo. Este es, sin duda, el gran reto del sector fotovoltaico en 2023.