En la actualidad, el mundo se encuentra sumido en una transición energética. La lucha contra el cambio climático ha llevado al ser humano a la búsqueda de la generación de energías limpias y sostenibles, pero no ha sido hasta la invasión rusa de Ucrania cuando la sociedad y sus máximos representantes tomaron conciencia real de que era necesario un cambio real.
Dentro de este marco, el hidrógeno verde ha emergido como un actor clave. No sólo es el elemento más abundante en el universo, sino que también es una fuente de energía limpia y sostenible. Sus usos son múltiples, por lo que no es de extrañar que haya cautivado la atención de todas las autoridades y entes públicos.
La producción de hidrógeno verde puede ser costosa. Esto puede variar dependiendo de la ubicación y las fuentes de energía disponibles. Para tratar de ser competitivas y producir energía limpia a un precio menor, las industrias que dependen del hidrógeno verde están comenzando a migrar a regiones donde pueden producir o adquirir hidrógeno de manera más económica.
Algunos de los factores que las industrias consideran al seleccionar una ubicación incluyen el costo de la electricidad, la disponibilidad de agua, y la existencia de políticas favorables para la producción de hidrógeno. Las regiones con fuentes de energía renovable abundantes y baratas, como la energía eólica o solar, son particularmente atractivas, ya que pueden producir hidrógeno de "forma verde" a través de la electrólisis utilizando electricidad renovable.
Estas ubicaciones seleccionadas para la producción de hidrógeno presentan un atractivo para la localización de industria con consumo intensivo de energía e hidrógeno que buscan abaratar sus costes de producción. Estos nuevos centros industriales pueden aprovechar además los subproductos, en un concepto de economía circular, que ofrece la industria de producción de hidrógeno verde y por tanto cambiar por completo el panorama económico e industrial de la zona.
Las regiones a nivel global con mayor potencial para el hidrógeno verde
Según un estudio realizado en 2022 (https://www.statista.com/statistics/1311961/green-hydrogen-production-potential-by-region/), la región con el mayor potencial para producir hidrógeno verde de manera rentable es el África subsahariana. Dependiendo del desarrollo tecnológico futuro y la construcción de capacidad en la región, se estima que África subsahariana podría producir entre 671 y 1,923 exajoules de hidrógeno verde a un costo inferior a 2 dólares estadounidenses por kilogramo. En comparación, Europa, que tiene un gran número de plantas de hidrógeno verde, podría llegar a producir hasta 343 exajoules al año en el escenario optimista.
A medio-largo plazo, en torno al año 2050, la región africana podría liderar el mercado del hidrógeno verde, pero no muy lejos estaría América Latina. El potencial de esta región ya se está vislumbrando en el presente, con Chile como principal exponente de la generación de hidrógeno verde no únicamente en LATAM, sino en todo el mundo. Precisamente si hablamos del músculo en la industria de hidrógeno verde a nivel global por países, habría que destacar a los siguientes, según un análisis de la Agencia Internacional de Energía Renovable:
- China: Es probable que sea el lugar más barato para producir hidrógeno verde a largo plazo, con un costo nivelado de producción (LCOH) de poco más de $0.65 por kg para 2050 en un escenario optimista.
- Chile: Actualmente tiene los costos de producción más bajos de hidrógeno verde en todo el mundo, con su infraestructura de renovables actual permitiendo la generación de hidrógeno verde que oscila entre 3.5 y 3.75 euros por kilogramo. En un escenario optimista, se espera que esté solo marginalmente detrás de China con un LCOH de alrededor de $1.20/kg para 2050.
- Marruecos: Tiene el potencial de producir hidrógeno a costos nivelados comparables a los de la producción china. Sin embargo, existe un nivel significativo de incertidumbre en torno al acceso de Marruecos al agua, lo que potencialmente podría restringir la producción en un 63%.
- Colombia: Se espera que produzca hidrógeno verde a un LCOH de alrededor de $1.15/kg en el escenario más pesimista para mediados de siglo.
- Australia: Se espera que produzca hidrógeno verde a un LCOH de alrededor de $1.20/kg en el escenario más pesimista para mediados de siglo.
- Namibia: A pesar de que ha estado promocionando su potencial de exportación de hidrógeno a los europeos, es probable que sea relativamente cara en comparación con otras naciones africanas, con costos de $1.20-1.90/kg
El traslado de la industria a estas nuevas regiones
Una vez hemos detectado cuáles son las regiones y países con mayor potencial para desarrollar la industria del hidrógeno verde, es el momento de trazar un plan para el desembarco de las empresas de energías renovables. En líneas generales y sin entrar en detalles demasiado técnicos, sintetizamos estos pasos a seguir en:
La migración de una industria de hidrógeno verde a una nueva región, como el África subsahariana, implica una serie de pasos. A continuación, se detalla un ejemplo de cómo podría ser este proceso:
- Evaluación inicial: Análisis detallado de las oportunidades y desafíos que presenta la nueva ubicación. Esto incluiría el estudio de la disponibilidad de recursos (como la energía solar y eólica), la infraestructura existente, la fuerza laboral, las regulaciones locales, el clima político y económico, y las oportunidades de mercado.
- Análisis de factibilidad y planificación: Estudios técnicos para determinar la mejor ubicación para las instalaciones de producción, la infraestructura necesaria, los costos asociados y los posibles impactos ambientales y sociales. Con base en este análisis, se desarrolla un plan de migración detallado.
- Financiamiento y apoyo gubernamental: En algunos casos, los gobiernos pueden ofrecer incentivos para atraer industrias de energía renovable.
- Construcción de infraestructuras: Plantas de producción de hidrógeno, redes de transporte y almacenamiento de hidrógeno, además de mejoras a la infraestructura local, como carreteras y redes eléctricas.
- Formación de la fuerza laboral: Creación de programas de formación y capacitación en colaboración con instituciones educativas locales.
- Integración con la comunidad local: A lo largo de todo este proceso, es crucial que la empresa se integre con la comunidad local. Esto puede implicar la contratación de personal local, el apoyo a proyectos comunitarios y la colaboración con las autoridades locales para abordar cualquier impacto social o ambiental.
Ventajas del hidrógeno verde para la comunidad local y para el país
Como es de esperar, el desembarco de una industria tan potente al igual que prometedora como es la del hidrógeno verde, genera múltiples beneficios a las regiones en las que establece su actividad. Además, la empresa debe también tomar iniciativas solidarias y responsables con la comunidad local para asegurarse que su llegada a determinada región no produce ningún resultado contraproducente para sus conciudadanos.
Las zonas que acogen proyectos de hidrógeno verde, en definitiva, obtienen grandes ventajas. Estas son algunas de ellas:
- Creación de empleo: La construcción y operación de plantas de producción de hidrógeno verde puede generar una cantidad significativa de empleo local, contribuyendo al crecimiento económico de la región.
- Desarrollo de infraestructuras: Para facilitar la producción de hidrógeno verde, se pueden necesitar nuevas infraestructuras, como instalaciones de producción, redes de transporte y almacenamiento de hidrógeno. Estas infraestructuras pueden tener beneficios adicionales para la región, como la mejora de las redes de transporte y la creación de nuevas oportunidades de negocio.
- Diversificación económica: La producción de hidrógeno verde puede diversificar la economía de la región y reducir la dependencia de ciertas industrias, como los combustibles fósiles, así como la creación de nuevas industrias auxiliares y consumidoras de hidrógeno y productos derivados.
- Desarrollo tecnológico: La adopción de la producción de hidrógeno verde puede fomentar el desarrollo de tecnologías de energía renovable, así como el de las nuevas industrias en la región.
- Autosuficiencia energética: La producción local de hidrógeno verde puede reducir la dependencia de las importaciones de energía y mejorar la seguridad energética de la región.
- Desarrollo sostenible: En muchas regiones, especialmente en las en desarrollo, la industria del hidrógeno verde puede ser una parte importante de una estrategia de desarrollo sostenible. Puede proporcionar energía limpia y asequible, fomentar el desarrollo económico y contribuir a la mitigación del cambio climático, todo ello sin agotar los recursos naturales de la región.
- Reducción de emisiones: Los países o regiones con altas emisiones de gases de efecto invernadero podrían beneficiarse de la transición al hidrógeno verde en términos de reducción de emisiones y cumplimiento de los objetivos climáticos.
- Ganancias netas en impuestos: Las inversiones para estos proyectos son billonarias y por tanto suponen unos ingresos en impuestos directos como el IVA por las compras de los equipos importados, impuestos derivados de la facturación de servicios y costes laborales, e impuestos de renta por los beneficios de las industrias una vez amortizadas las inversiones. Se añaden los impuestos generados por las actividades y puestos de trabajo generados de manera indirecta, como servicios, transportes, alimentación, hotelería, industrias auxiliares etc.
El impacto de la industria del hidrógeno verde se sentirá todavía aún más, observando los puntos anteriores, en regiones en vías de desarrollo. Este empuje de las energías renovables puede suponer un punto de inflexión para estas comunidades locales. De esta manera, gracias al hidrógeno verde, regiones que no gozaban de tanta importancia tanto histórica como económica pueden darle la vuelta a la situación y generar un músculo empresarial importante que mejore la calidad de vida de todos sus habitantes.
POSDATA:
Es emocionante observar como la colaboración entre distintos desarrolladores de proyectos de Hidrógeno Verde, infraestructuras e industrias existentes y nuevas, pueden crear simbiosis económicas que multipliquen su productividad y posibilidades de éxito, que por tanto incrementarán exponencialmente la floreciente nueva economía del hidrógeno y sus bendiciones entorno a un reparto mas justo, ecológico y solidario de la energía, el agua, los alimentos y la producción de manufacturas.
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