El 24 de febrero, poco antes de las 6:00 a.m., el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio luz verde a una operación militar en Ucrania. Siete meses después, las bombas siguen retumbando en los oídos de los ucranianos, los disparos siguen amedrentando a los inocentes y el mundo sigue con desasosiego una a una las dramáticas noticias que ha dejado la guerra.

Pero esos siete meses también le han costado mucho a los 27 países de la Unión Europea, por lo menos en materia energética. Para Putin no hubo necesidad de usar otra arma diferente al recorte de gas que parecía generar cierta estabilidad en el mercado eléctrico europeo.

Rusia, proveedor de cerca del 40% del gas natural que consume el bloque comunitario, extendió la guerra de múltiples maneras. El país interrumpió los flujos a través de Nord Stream el 31 de agosto, para lo que se suponía que iban a ser tres días de mantenimiento; pero hasta ahora el gasoducto no se ha reabierto.

Y con el flujo de gas al mínimo, Europa ha empezado a tomar medidas extremas y aceleradas para enfrentarse a lo que ya consideran como el “invierno más frío de todos los tiempos”.

Para entender a fondo qué está pasando realmente, Review Energy habló con Kim Keats, director de Market Modelling de EKON Strategy Consulting, sobre las decisiones que están tomando los gobiernos y las medidas que ha anunciado la Comisión Europea para frenar la crisis energética.

Review Energy: ¿La intervención de la UE en el mercado eléctrico pondría en peligro al mismo?

Kim Keats: El aumento en los precios del gas natural y la electricidad pone en peligro a la economía europea; pero la cura no debe ser peor que la enfermedad. Lo que a corto plazo puede tener algo de sentido no lo debe tener por defecto a medio o largo plazo. Si las propuestas no se evalúan cuidadosamente para entender sus implicaciones económicas, es posible que se introduzcan cambios en el mercado eléctrico que sean problemáticos. 

La realidad es que es poco probable ya que las autoridades competentes, especialmente la Agencia para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), la CE, y el propio Consejo de la Unión Europea han subrayado que cualquier cambio no puede quebrantar el mercado interno de energía.  Así lo dijo el resumen de la presidencia después de la reunión del Consejo de Energía del 9 de septiembre 2022: “Las intervenciones de emergencia deben ser temporales, preservar los fundamentos del mercado interior de la energía y el comercio transfronterizo, garantizar la seguridad del suministro de la UE, aliviar la presión sobre los clientes y ser coherentes con los esfuerzos actuales para reducir la demanda de gas”.

Así que toda iniciativa nacional e internacional tendrá que pasar una serie de pruebas para demostrar su valor. Un consuelo para aquellos que entienden de mercados, pero no cambia la realidad: estamos en época de guerra y la situación no se puede resolver hasta que la guerra termine, preferiblemente con la humillación de Putin; ya que cualquier otro tipo de resolución daría ideas a países hostiles que a la UE se le puede chantajear. 

RE: ¿Quiénes son o deberán ser los responsables para hacer frente a la crisis energética?

KK: Los políticos tienen que poner la cara. El problema principal es estar en una guerra indirecta contra Rusia en Ucrania y esto se tiene que explicar.  Pero le tocará a toda la sociedad llevar el peso.

RE: ¿Estamos entendiendo desde la raíz el sistema eléctrico para entender a lo que realmente nos enfrentamos? ¿Qué es eso que nos estamos perdiendo?

KK: El sistema eléctrico funciona. No hemos sufrido apagones. Esto se debe a la manera en la que funcionan los mercados eléctricos. El mercado principal se coordina a nivel europeo y se usa para determinar los precios y el orden de despacho indicativo de cada planta para el día siguiente. 

Todos los agentes principales del lado de la oferta y demanda tienen acceso a este mercado. En Europa usamos un modelo "net pool", si quieres puedes tramitar tus compras y ventas bilateralmente sin recurso a este mercado coordinado. 

El algoritmo EUPHEMIA toma todas estas ofertas a nivel europeo y determina el despacho y precio óptimo para el día siguiente. Pero si cambian las circunstancias, desde el momento en el que cierra el mercado diario se pueden gestionar en el mercado intra-diario o por los operadores de los sistemas, como REN en Portugal y REE en España, en los mercados de balance en tiempo real.

Este modelo es muy sensible a cambios en la oferta y demanda ya que la electricidad no se puede almacenar económicamente a gran escala.  Si no hay viento ni sol y poca agua en los embalses de las hidráulicas, se necesitan plantas convencionales para cubrir la demanda, que normalmente no es muy sensible al precio horario ya que los usuarios no sienten esos precios y no cambian de ser animales con ciclos diurnos predeterminados.  Con un hueco térmico, si el coste de despachar plantas convencionales de respaldo es alto, que es el caso con el precio del gas natural a niveles históricos, los precios se disparan. Y ahí es donde estamos.

RE: La Comisión Europea ha propuesto nuevas medidas energéticas ante la crisis. Algunos países están de acuerdo, pero otros no tanto. Si cada uno tiene sus propias reglas… ¿es viable la adopción de medidas genéricas?

KK: Depende. Hay quien argumenta que el problema es el diseño de mercado diario. Pues no, el mercado funciona correctamente. El problema es que a muchos no les gustan los resultados. Cambiar el sistema de mercado es matar al mensajero. Cada gobierno debería enfocar más esfuerzos en proporcionar ayuda financiera a los consumidores más vulnerables. Lo que no es sensato es reducir los precios de la energía para todos ya que la demanda no tendrá incentivo al ajustarse a la situación actual. 

Hay que encontrar maneras de disminuir nuestro consumo energético en general; cambiar hábitos para usar menos electricidad y gas natural en periodos de precios altos, etcétera. Si la paz social es lo que nos jugamos, hay que preguntarse por qué bajar los precios de energía para todos cuando los ricos usan más energía per cápita que los pobres. No tiene sentido; esto una medida regresiva. Mejor aplicar ayudas específicas para aquellos que lo necesitan.

RE: ¿Qué sugeriría?

KK: La idea más sensata es vender cierta cantidad garantizada de energía a un coste predeterminado y razonable.  Aquellos que quieran más, que la paguen al precio de mercado o incluso a un precio inflado para desincentivar el derroche. 

Pero esta ayuda debiese darles a las autoridades el derecho de informar a la población de cómo controlar el consumo energético, cómo remplazar combustible caro por uno más barato, etc.  ¿Dónde están las campañas de información pública?  Después de la catástrofe de Fukushima en marzo 2011, los japoneses cerraron todas sus plantas nucleares de golpe.  Tras una campaña informativa, la demanda en el verano en Tokio cayó un 18% haciendo cosas obvias como subir el termostato y dispensar de la chaqueta y corbata en las oficinas.

El 6 de septiembre, el operador del sistema eléctrico de California mandó menajes de texto pidiendo a los residentes que limitaran el uso de electricidad durante tres horas para reducir el riesgo de que se implementaran cortes y se evitó un apagón.

¡Estas medias funcionan! 

Cuando las autoridades nos tratan como tontos mimados, incapaces de entender incentivos y con cero consciencia social, no nos debiésemos sorprender que actuemos como tontos mimados.

RE: ¿Por qué estaba tan dormida la UE y solo “abrió los ojos” ante los recortes del suministro de gas ruso? ¿Llegamos tarde?

KK: A la gente se le olvida que la UE es un proyecto de consenso europeo. Son los gobiernos de los países miembros, específicamente los ministros responsables por el tema del día: finanzas, energía, educación, emigración, etcétera, que toman las decisiones en el Consejo de Ministros con cierto input del Parlamente Europeo. Mientras tanto la Comisión Europea no tiene poder legislativo; lo único que puede hacer es presentar sugerencias o iniciativas.  No nos vayamos a llevar a engaño: la UE es un convoy que se mueve muy lentamente. 

¿Llegamos tarde? Pues claro. Pero la culpa no la tiene la UE. Fueron países miembros que se pusieron de acuerdo con Rusia para depender de su gas natural y petróleo. Fueron ellos quienes financiaron las inversiones para importar estos hidrocarburos sin considerar la posibilidad de chantaje energético especialmente después de las invasiones apoyadas por Rusia de Moldavia (1992), Georgia (2008) y Ucrania (2014). Ahora no queda más remedio que diversificar fuentes de energía. Pero cuando estás en una crisis, esto te costará caro. 

RE: ¿Qué opina del sugerido tope de precios a las renovables? ¿Se afectarán los PPAs?

KK: Los precios de los PPAs están vinculados a los precios de mercado, así que si impones un tope al precio de electricidad en el mercado diario como con la “excepción ibérica”, verás una caída en los precios de los PPAs. Pero aun con precios más bajos, los beneficios para las plantas renovables serán significativos. 

¡Pero cuidado!  Bastantes renovables en operación, o firmaron PPAs a precios más bajos y por periodos bastante largos, o reciben un precio garantizado por el gobierno. Topar el precio en el mercado spot no cambia la lógica de que las renovables nos ofrecen una salida a la crisis climática y energética.  Desafortunadamente será un salvavidas para la próxima crisis, ya que desarrollar suficiente capacidad renovable para cubrir toda la demanda toma su tiempo y no será suficiente que sean solo renovables, sino que tendrá que combinarse con almacenamiento y/o fuentes de energías gestionables. 

La aplicación de la excepción ibérica con su compensación al gas no cambia fundamentalmente el incentivo de firmar PPAs en España. Pero mientras los precios spot sigan tan atractivos, algo que sería cierto con o sin excepción ibérica, obviamente veremos a más promotores de renovables vender más de su energía al mercado.