Los recientes datos de SER Colombia han arrojado luz sobre el estado de la transición energética en el país. Según el informe sobre los Proyectos de Energías Renovables No Convencionales (FNCER) para el año 2024, en 2023 entraron en operación 25 proyectos solares, sumando 2081 megavatios (MW) y aumentando en 70% la capacidad instalada en años precedentes. Con ello las renovables que aportan energía al sistema interconectado nacional, al cierre del año, totalizaron una capacidad de 505 MW lo que permite atender el consumo equivalente a una ciudad del tamaño de Bucaramanga.

El documento señala que se está marcando una tendencia hacia la descentralización de la producción de energía, apoyada por una diversidad de protagonistas, regiones y tamaños de proyectos.

SER Colombia también ha señalado que 22 proyectos solares pertenecientes a afiliadas de la asociación están próximos a iniciar operaciones comerciales y 13 de ellos, sumando un total de 1,147 MW, se encuentran actualmente en fase de pruebas, mientras que nueve proyectos adicionales están en proceso de construcción, alcanzando una capacidad de 92 MW. El 83% de estos proyectos se localizan en la Costa Caribe, abarcando Atlántico, Cesar, Córdoba, Sucre, Magdalena y Bolívar. 

Este avance marca un cambio significativo, ya que la participación de las FNCER en la capacidad total del parque generador de Colombia llegará al 9%, superando considerablemente el histórico porcentaje que representaban, que era inferior al 1%. 

Un panorama prometedor

La encuesta realizada a finales de 2023, que contó con la participación de 45 empresas asociadas a SER Colombia, visualiza un amplio portafolio de proyectos. Adicionales a los 22 proyectos próximos a entrar (en pruebas y en construcción), se identificaron 44 proyectos más que están en etapas tempranas de desarrollo, en su mayoría con trámites pendientes.

En resumen, el portafolio 2024 totaliza 66 proyectos, 3.040 MW de nueva capacidad, incluyendo proyectos en prueba, en construcción y, en desarrollo contingentes a trámites, que se traduce en una inversión cercana a $2.200 millones de dólares.

Las barreras del nuevo año

Aunque SER Colombia ha celebrado estos logros, señala que la entrada gradual sigue siendo un desafío. En promedio, los proyectos de pequeña escala tardan entre 3 y 6 años en iniciar operaciones. Estos plazos podrían reducirse a la mitad con procesos regulatorios más ágiles y definiciones claras en los permisos. La demora en la entrada en operación complica el cierre financiero de los proyectos, ya que el 53% del portafolio de 2024 aún carece de contratos de venta.

Para avanzar, SER Colombia ha establecido una serie de acciones clave:

• Coordinación eficiente entre el gobierno nacional, entidades regionales, gremios y empresas para agilizar trámites.
• Garantía del cumplimiento de los tiempos normativos, especialmente en Licencias Ambientales, con fortalecimiento institucional según sea necesario.
• Ajustes regulatorios para simplificar procesos de permisos ambientales y establecer instrumentos de control.
• Expedición urgente de regulaciones que simplifiquen trámites ante la UPME, evitando riesgos de cancelación de proyectos de subastas FNCER.
• Creación de mecanismos privados para la comercialización y estandarización de productos en el mercado de energías FNCER.
• Restablecimiento del Decreto 570 de 2018 para convocar subastas públicas y contratación a largo plazo de FNCER bajo la organización del Gobierno.
• Desarrollo de estrategias de financiamiento, incluyendo líneas de crédito diferenciadas y ley para la venta de créditos fiscales.
• Mantenimiento de señales de mercado para nuevos proyectos, evitando intervenciones que generen inseguridad jurídica.

Finalmente, SER Colombia queñala que la realización del portafolio de proyectos FNCER 2024 es clave para el desarrollo del sector energético colombiano. Y destaca la urgencia de agilizar los tiempos de entrada en operación, especialmente para proyectos de pequeña escala (60%) que enfrentan demoras significativas en trámites (70% del tiempo).

La entrada oportuna de estos proyectos, dice la asociación, es esencial para abordar el déficit de electricidad proyectado para 2027-2028 y diversificar las ofertas de energía renovable en beneficio de los usuarios. Para lograrlo, se requiere estabilidad jurídica, claridad en las reglas y un esfuerzo conjunto de todos los actores.