El Gobierno de Colombia ha anunciado el inicio de un proceso para lograr un acuerdo internacional que permita la trazabilidad de la cadena de suministro de minerales y metales estratégicos esenciales para la transición energética.
Esta iniciativa, que fue presentada en el marco de la COP16 de biodiversidad, tiene como objetivo fortalecer la responsabilidad y transparencia en el sector minero y será desarrollada con miras a presentar una propuesta en la COP30 sobre cambio climático en 2025.
Colombia ha propuesto, a través de una declaración presentada en la COP16, a los países del mundo y a otros actores interesados iniciar el desarrollo de un marco global que permita hacer seguimiento a minerales clave para las renovables, como el estaño, el cobalto, el tantalio, el tungsteno y el oro.
Estos recursos son ampliamente utilizados en energías renovables y tecnología avanzada, así como para usos transaccionales. Sin embargo, su extracción a menudo se realiza en ecosistemas de alta biodiversidad y en condiciones que carecen de regulaciones ambientales y sociales adecuadas.
Según el acuerdo, la propuesta de alcanzar un compromiso global sobre trazabilidad, transparencia y rendición de cuentas en la extracción de minerales busca asegurar que estos recursos provengan de fuentes legales y que su extracción no contribuya a problemáticas como la deforestación, la contaminación o el trabajo forzado.
El viceministro de Políticas y Normalización Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Mauricio Cabrera Leal, destacó que están “dando un paso adelante para que los minerales utilizados en la transición energética sean extraídos y comercializados con criterios responsables y en armonía con el ambiente y las comunidades locales”.
Cabrera también enfatizó la urgencia de esta iniciativa en el contexto de la creciente demanda global de estos recursos. “Hemos recibido un respaldo importante de organizaciones de la sociedad civil, que ven en este acuerdo un mecanismo clave para mejorar la transparencia y rendición de cuentas en el sector minero”, añadió.
La iniciativa colombiana también aborda la necesidad de integrar los compromisos de biodiversidad y cambio climático en los procesos de extracción de minerales. Este enfoque ha sido bien recibido por diversos actores internacionales, y se espera que, mediante la creación de un grupo de trabajo, se negocie una propuesta de tratado internacional que impulse un comercio de minerales más justo y responsable.
Suneeta Kaimal, directora ejecutiva del Natural Resource Governance Institute (NRGI) y miembro del Panel del Secretario General de la ONU sobre Minerales críticos para la transición energética, señaló durante su intervención que, “es necesario garantizar que los países y comunidades que conservan la biodiversidad y sostienen el conocimiento tradicional no queden excluidos de los beneficios. Este es un paso hacia una nueva era de justicia y colaboración internacional”.
Con esta iniciativa, Colombia se posiciona como líder en la búsqueda de un equilibrio entre la explotación de recursos minerales y la conservación de la biodiversidad, promoviendo prácticas responsables y sostenibles en el sector minero.
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