Un informe de Ember con datos de generación anual del Data Explorer ha mostrado cómo está evolucionando la generación de electricidad de los 38 países de la OCDE. Según el documento, la era del carbón está llegando a su fin en la OCDE y la energía solar y eólica están tomando su lugar.
Uno de los hitos más destacados de esta tendencia es el cierre de la última central eléctrica de carbón del Reino Unido, Ratcliffe-on-Soar, el 30 de septiembre de 2024. Este evento simboliza el cierre de un capítulo largo y dependiente del carbón en el Reino Unido, que refleja una tendencia mundial más amplia.
Desde su pico en 2007, la generación de energía a carbón en la OCDE ha experimentado una notable reducción, alcanzando una disminución del 52% en 2023. Este descenso se debe principalmente al rápido crecimiento de la energía solar y eólica, que ha sido responsable del 87% de esta caída. Como resultado, el carbón ahora representa solo el 17% de la generación total de electricidad en la OCDE, una disminución significativa desde el 36% que alcanzó en su punto máximo.
Además, el progreso hacia la eliminación del carbón es evidente, ya que un tercio de los países de la OCDE ya no utilizan este combustible fósil. El Reino Unido se suma a una lista de 14 países que han logrado un sistema eléctrico sin carbón.
Entre los 24 países restantes de la OCDE que aún tienen electricidad a base de carbón, 19 han visto caer la generación de energía a base de carbón al menos un 30% desde su pico en 2007. Solo cuatro países de la OCDE han visto una caída de menos del 30% en la generación de energía a base de carbón desde su pico, incluidos Corea del Sur y Japón. Turquía fue el único país de la OCDE que estableció un nuevo récord de energía a base de carbón en 2023.
Por otra parte, de los 38 países de la OCDE, 13 tienen como objetivo una eliminación gradual del carbón en consonancia con el Acuerdo de París para 2030, además de los 14 países que ya no utilizan carbón.
La mayoría de los países tienen buenos planes para expandir la energía eólica y solar, lo que significa que la energía a carbón seguirá colapsando durante esta década, incluso en los 11 países que no se han comprometido explícitamente a una eliminación gradual para 2030.
Se espera que muchos países logren un sistema eléctrico totalmente descarbonizado para 2035, lo que implicará no solo la eliminación gradual de la energía a base de carbón, sino también una reducción significativa en el uso de gas.
El fin de una era
En el contexto global, la energía a base de carbón alcanzó un récord a nivel mundial en 2023, ya que la caída de la energía a base de carbón en la OCDE se vio compensada por el aumento de la energía a base de carbón en las economías emergentes de Asia. Pero la era del crecimiento del carbón está llegando a su fin, ya que las economías emergentes están cambiando la inversión del carbón a la energía limpia.
Lo están consiguiendo redoblando la apuesta por la electricidad renovable, tanto para reemplazar los combustibles fósiles como para satisfacer el aumento de la demanda de electricidad a medida que los países pasan a los vehículos eléctricos y las bombas de calor.
La energía limpia se ha convertido en el motor del crecimiento industrial, superando a la energía a base de carbón. Este cambio de enfoque hacia la energía renovable no solo está transformando los sectores energéticos de las economías más ricas, sino que también redefine el crecimiento industrial en todo el mundo.
Dave Jones, director del programa Global Insights de Ember señaló que “la energía a base de carbón está llegando a su fin en las economías más ricas del mundo. Puede sorprender a algunos que el cambio no haya sido principalmente hacia el gas, sino más bien directamente hacia la energía solar y eólica. Es alentador ver que las economías maduras están cambiando su enfoque hacia la repotenciación de toda su economía con energía limpia, para finalmente cerrar el capítulo no sólo del carbón, sino de todos los combustibles fósiles”.
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