En la última década, las inversiones globales en energía limpia han aumentado notablemente, pasando de 248 mil millones de dólares en 2014 a 745 mil millones en 2023. Durante este periodo, China ha desplegado más tecnologías de energía limpia que todos los demás países combinados. A pesar de las preocupaciones sobre su dominio en las cadenas de suministro de energías renovables, la rápida expansión del gigante asiático lo ha consolidado como líder en tecnología limpia y ha desencadenado una respuesta global, según un informe de Rystad Energy.
Este fenómeno ha creado un complejo dilema energético: invertir en la fabricación local de tecnología limpia o depender de los suministros chinos para cumplir con los objetivos climáticos. Ya que, por un lado, los países se ven en la necesidad de desarrollar sus propias capacidades de fabricación de tecnología limpia para fortalecer sus economías, generar empleo y aumentar su resiliencia frente a las fluctuaciones globales. Sin embargo, la vasta capacidad de producción y los precios bajos de China la convierten en una opción más asequible para alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos.
Archivo: Rystad Energy´s Energy Marco Solution, September 2024
A Rystad Energy Graphic
Según el informe, la inversión total de China en energía solar y eólica ha superado la del resto del mundo, ascendiendo de 150 mil millones de dólares en 2020 a casi 400 mil millones en 2023. Sin embargo, se proyecta que a medida que otras regiones se pongan al día, la ventaja de inversión de China se reducirá hacia finales de este año y podría desvanecerse por completo para 2027.
Ventaja Per Cápita de China en energía renovable
China también destaca en términos de inversión per cápita, superando a regiones como Europa y Estados Unidos. Entre 2020 y 2024, el país ha realizado inversiones sustanciales en infraestructura de energías renovables en relación con su población, lo que resulta más desafiante en comparación con los menos poblados Estados Unidos y Europa. De acuerdo con Rystad, se espera que estas regiones continúen rezagadas hasta el final de la década.
Archivo: Rystad Energy´s Energy Marco Solution, September 2024
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Lars Nitter Havro, jefe de Energía Macro en Rystad Energy, afirmó: "La magnitud de las inversiones en capacidad de tecnología limpia de China ha tenido un impacto profundo en la transición energética global." El crecimiento en la capacidad y la reducción de precios de los equipos han permitido que otras regiones aceleren sus inversiones en energías renovables.
Liderazgo de China en fabricación de tecnología limpia
Rystad enfatiza en que las vastas capacidades de fabricación e infraestructura son los principales impulsores detrás del liderazgo de China en el sector de tecnología limpia, especialmente en las cadenas de suministro de paneles solares y baterías. China controla alrededor del 80% de la cadena de suministro global de módulos solares y produjo, en promedio, el 90% de todos los componentes solares PV del mundo el año pasado. Esta participación se espera que crezca aún más, ya que China no muestra signos de aflojar su control logístico, y se proyecta que la producción aumentará un 150% para 2030, pero para 2027, se anticipa que el resto del mundo comience a superar a China en fabricación.
Además, regiones como Europa, Estados Unidos e India están activamente expandiendo su capacidad de fabricación de paneles solares para reducir su dependencia de China. Ambos países están invirtiendo en manufactura de celdas y ensamblaje de módulos, con el objetivo de lograr autosuficiencia para 2026. Sin embargo, los costos de producción siguen siendo significativamente más altos que los de China. Los módulos del gigante asiático cuestan alrededor de 0,10 dólares por vatio, mientras que los precios estadounidenses rondan los 0,30 dólares por vatio, lo que afecta la economía del proyecto y el ritmo general de la transición energética.
Desafíos en la transición energética
El equilibrio entre la fabricación nacional y una transición energética rentable es un desafío, especialmente para los países con infraestructura limitada. Aunque utilizar componentes chinos puede acelerar la implementación de tecnologías limpias, plantea preocupaciones sobre la dependencia excesiva de un solo proveedor, exponiendo a los países a riesgos potenciales.
Influencia de subsidios y políticas gubernamentales
Los subsidios y el apoyo gubernamental han sido fundamentales en la transición energética. En Estados Unidos, India y la Unión Europea, las políticas actuales tienden hacia aranceles y otras medidas restrictivas para frenar las importaciones chinas. Por ejemplo, la administración Biden ha aumentado el impuesto a la importación de vehículos eléctricos (EV) chinos del 25% al 100%. Estas políticas podrían impedir la transición energética global.
La industria local de vehículos eléctricos de China, valorada en 230.8 mil millones de dólares, ha fortalecido rápidamente su posición global. Con un papel dominante en almacenamiento y fabricación de energía a baterías, China continúa liderando el mercado. Aunque los subsidios se están eliminando, el gobierno ofrece exenciones fiscales que han hecho que los EV sean más asequibles, acelerando su adopción.
Archivo: Rystad Energy´s Energy Marco Solution, September 2024
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Dilema para Estados Unidos y la UE
A medida que China elimine subsidios, su apoyo gubernamental extenso posiciona al país como un jugador importante en la industria global de vehículos eléctricos. Esto presenta otro dilema para Estados Unidos y la UE: abrazar las importaciones chinas para una expansión más rápida y asequible de sus flotas de vehículos eléctricos o imponer barreras comerciales y apoyar a los fabricantes locales, lo que podría resultar en una adopción más lenta y mayores costos. A su vez, estos países podrían tener que investigar la posibilidad de aumentar los subsidios e incentivos como una necesidad para mantener un ritmo comparable de descarbonización.
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