
Las comunidades deben participar activamente en la transición energética de Colombia
El evento de mayor relevancia en la industria energética de Latinoamérica, valorado por su capacidad de networking, ha iniciado su segundo día con una charla de apertura a cargo de Jéssica Arias Gaviria, subdirectora de demanda de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME). En esta sesión, Arias ha destacado la importancia de planificar una transición energética justa, abarcando los avances logrados y los desafíos pendientes.
Evolución de la planeación Energética
Arias Gaviria ha lanzado una reflexión sobre la evolución de la planeación energética a largo plazo en Colombia, una tarea no solo de la UPME, sino de todo el sector energético. La subdirectora de demanda ha destacado el Plan Energético Nacional 2020-2050, con una actualización recientemente publicada, como el instrumento principal de planificación que busca guiar el sistema minero-energético hacia los objetivos propuestos, reflejando los retos persistentes y la necesidad de innovación.
Objetivos y metas a largo plazo
Dicho plan, ha recalcado Arias Gaviria, ha fijado objetivos como asegurar el abastecimiento energético, fomentar la integración regional y promover la competencia en los mercados desde el 2006. Según ella, en términos de cobertura, aunque se han logrado avances significativos, aún queda un porcentaje de la población sin acceso al servicio, lo que resalta la necesidad de universalización.
Transición energética y diversificación
Uno de los pilares de la transición energética es la electrificación de los usos finales y el desarrollo del hidrógeno verde como vector energético complementario. En ese sentido, Arias Gaviria ha subrayado la importancia de superar los retos de infraestructura y de relacionamiento social y ambiental para viabilizar proyectos energéticos. Además, ha destacado que “abastecer el país con energía de combustibles fósiles no es más costoso que hacerlo con renovables, y los escenarios de mayor ambición en electrificación traen beneficios económicos, sociales y ambientales”.
Retos y oportunidades
Arias Gaviria señaló que para conseguir los objetivos es crucial avanzar en la adopción tecnológica y en la democratización del acceso a la energía, asegurando que las comunidades participen activamente en la planeación y desarrollo energético.
Opina que la transición energética también es vista como una oportunidad para la reindustrialización y la generación de valor, con un enfoque en la financiación adecuada para lograr la carbononeutralidad. Además, está convencida de que esta no solo es una meta ambiental, sino también una oportunidad para el desarrollo económico y la mejora de la calidad de vida.
La intervención de la subdirectora de demanda de la UPME ha dejado claro que la transición energética justa es un proceso complejo y continuo que requiere la colaboración de todo el sector energético. Ha puesto de manifiesto que, con objetivos claros y una visión estratégica, Colombia puede avanzar hacia un futuro energético más sostenible, eficiente y equitativo. La participación activa de todos los actores, incluyendo la comunidad, es esencial para lograr estos objetivos y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición energética.
Almacenamiento, una necesidad urgente para el país
El evento ha permitido también a los expertos Oliver Quintero, Key Account Manager de Sungrow; Jaime Herrera, PV & BESS Product Manager de Huawei; Santiago Parra, Gerente de Nuevos Negocios de Erco Energy; Andrés Camilo Azula, Solution Engineer SAM de Goodwe; y Thomas Aldunate, Responsable Desarrollo Negocios Energía de Ohla, poner la necesidad del almacenamiento sobre la mesa. Jorge Valencia, de Proyectos y Energías SAS, ha liderado el panel.
En Colombia, como en otros países, el almacenamiento de energía es crucial para mantener un suministro energético confiable y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La geografía colombiana, con su capacidad de almacenamiento hidráulico en embalses, ofrece ventajas significativas. Sin embargo, la variabilidad del clima, como el fenómeno de El Niño, presenta desafíos adicionales.
Con la creciente incorporación de energía solar, se hace necesario encontrar formas de aprovechar este recurso sin perderlo. Aquí, los sistemas de almacenamiento juegan un papel esencial.
Mercado y tecnología
Los panelistas han discutido el panorama del mercado colombiano y compararon experiencias internacionales. Oliver Quintero ha destacado el ejemplo de Chile, que ha avanzado significativamente en el almacenamiento con iones de litio, alcanzando más de 3 GWh. En contraste, en Colombia, aunque hay mucho por hacer, ya se están desarrollando proyectos importantes.
Santiago Parra ha mencionado un proyecto de almacenamiento con energía solar de 9,9 MW, demostrando que las condiciones del mercado colombiano permiten ya el desarrollo de estos sistemas sin necesidad de una regulación estricta. En su opinión, esto se ve reflejado en la disminución de costos del litio, haciendo viables los casos de negocio.
Andrés Camilo Azula ha destacado que la incorporación y el complemento de la energía, sobre todo de la energía solar o las energías renovables que tienen a comparación de las energías convencionales un factor de planta mucho más bajo, tiene una disponibilidad que depende del recurso natural; es decir, un reto que buscan los fabricantes.
Regulación y modelos de negocio
Jaime Herrera ha argumentado que, aunque el mercado ofrece oportunidades, es crucial tener una claridad regulatoria para asegurar la viabilidad económica de los proyectos de almacenamiento. Herrera ha apuntado que la regulación debe definir claramente los roles y responsabilidades en la cadena de abastecimiento para evitar conflictos y asegurar una remuneración justa para los sistemas de almacenamiento.
Thomas Aldunate ha reflexionado acerca de que la regulación debería adelantarse un poco a los sucesos, porque lo que sucede es que siempre el crecimiento de generación viene antes; no crece la demanda y hay solamente sobre oferta. Según Aldunate es ahí donde, de repente, empiezan los problemas. Opina que esa es la señal para poder incentivar este tipo de sistemas junto con bancas, tecnologías, integradores y generación.
Innovaciones tecnológicas
La tecnología de almacenamiento está evolucionando rápidamente. Oliver Quintero ha destacado los avances en baterías de alta densidad energética y sistemas de enfriamiento líquido con inteligencia artificial para mejorar la seguridad y eficiencia. Santiago Parra ha mencionado la importancia de soluciones de corriente alterna como la tecnología "grid forming" de Huawei, que permite que los sistemas de almacenamiento establezcan la referencia de tensión y frecuencia, mejorando la estabilidad en puntos de conexión débiles.
Futuro y aplicaciones
Los panelistas han coincidido en que el almacenamiento de energía no se limita a baterías. Hay múltiples tipos de almacenamiento, incluyendo mecánico, químico y térmico, que pueden complementar la matriz energética de Colombia. Además, se ha destacado la importancia de las aplicaciones “behind the meter” para industrias y comercios, lo que podría impulsar aún más la adopción de estas tecnologías.
El almacenamiento de energía es una pieza clave para la transición energética en Colombia. Aunque existen desafíos regulatorios y tecnológicos, el mercado colombiano muestra un potencial significativo. La combinación de regulación clara, avances tecnológicos y modelos de negocio viables puede llevar a una mayor integración de sistemas de almacenamiento, asegurando un suministro energético más limpio y confiable.
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