Fundada el 16 de mayo del 2012, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) se ha propuesto activar la industrialización y promover los marcos regulatorios adecuados para el desarrollo de la energía solar fotovoltaica. 

Actualmente se encuentran más de 400 empresas y entidades de toda la cadena de valor de la tecnología solar de España y manejan el 85% de la actividad del sector. 

Por esta razón, Review Energy conversó en exclusiva con José Donoso, director general de la UNEF para conocer los desafíos del sector, el crecimiento que ha experimentado en los últimos años y las perspectivas de unión en una realidad post pandémica. 

Según la Red Eléctrica de España, la energía solar ha experimentado un alza del 14.5% con respecto a diciembre del año anterior incluso con la crisis del COVID-19, ¿cómo ha experimentado la UNEF este crecimiento? 

Bueno esta situación la consideramos normal debido al grado de competitividad que tiene nuestra tecnología en este momento. Hace unos días la Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que es la forma más barata de producir energía eléctrica en los países con recursos que no han tenido nunca normalidad. La Agencia nos llamaban los reyes de la electricidad. Me parece que en España, tenemos buen sol y tenemos territorio para poder hacer grandes instalaciones a precios muy competitivos.

Hemos pasado años en que no se ha hecho nada pero en los dos últimos años el sector ha tenido un empuje muy importante. En el año 2019 hemos duplicado la capacidad instalada de fotovoltaica en España, tanto para grandes plantas como para autoconsumo, y esta es una tendencia que creemos que va a seguir. Además, está parada en la política gubernamental tenemos un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que establece un objetivo de para el 2030 el 74% de toda nuestra electricidad se produzca por fuentes renovables y dentro de estas fuentes la mayor parte va a ser de fotovoltaica.

Actualmente la energía solar es considerada la cuarta energía con mayor presencia en España (10,210 MW) y la UNEF maneja el 85% de la actividad del sector, ¿como ven las perspectivas del país en el fomento y aumento de esta tecnología? ¿hace falta realizar modificaciones en las regulaciones del sector? 

Bueno a pesar del COVID, nuestro sector es un sector que está funcionando muy bien evidentemente el COVID nos ha afectado como a todos pero probablemente es uno de los sectores menos afectados es un sector en este momento hay mucha liquidez de los mercados financieros hay pocas oportunidades de inversión y nuestro sector se ha convertido en un sector de función para los inversionistas 

Ahora bien, tenemos que hacer las cosas bien para ir en esa línea al 2030 de verdad y de forma estable ¿qué desafíos tenemos en el sector? Uno de ellos, en este momento, son las tramitaciones administrativas, eso  es común en todos los países. Necesitamos racionalizarlas, no se trata de hacer unas tramitaciones administrativas más laxas, se trata de hacerlas más racionales en un periodo de tiempo más racional. Si conseguimos reducir la media en España de la tramitación para una planta fotovoltaica grande de dos años a un año tenemos tiempo para ir adelantando inversiones, generar empleo, e ir reduciendo las emisiones de CO2 un año antes, todo es positivo y es un perjuicio al país innecesario.

Otro desafío que tenemos es que este desarrollo está en planes de grandes inversiones. Sólo en fotovoltaica está previsto que se inviertan en los próximos 10 años entre 20 -25 mil millones de euros. Son inversiones importantes, entonces no puede venir solo para producir la energía tienen que servir también para una auténtica revolución industrial.

En España, el sector fotovoltaico da trabajo a unas 60.000 personas por lo que tenemos que fortalecerlo, hacerlo más competitivo, aprovecharnos de este mercado que tiene que ser constante y estable y tiene que tener seguridad jurídica para que ese sector crezca y para el mercado interior pero también para tener auténticos líderes tecnológicos a nivel mundial.

¿Han visto alguna anuencia de las autoridades para empezar a realizar cambios en términos de los plazos y tramitación para facilitar los procesos de desarrollo de proyectos?

Sí, estamos en un diálogo con las autoridades les hemos presentado nuestras propuestas que en este momento por una urgencia económica el COVID lo que ha supuesto es una caída en la demanda brutal entonces la economía para que se recupere necesita mucho gasto público pero claro todo el gasto que pueda ser privado está evitando ese gasto público y sin tratamiento público entonces es de interés nacional también a aportar esos plazos para que esas inversiones que están ahí se ejecuten cuanto antes y estén generando empleo y riqueza.

Es muy importante que todas las diferentes administraciones que tienen que opinar sobre una planta fotovoltaica estén alineadas y ser dirigentes de lo que conlleva. 

¿Actualmente la UNEF ve con optimismo al sector en una realidad post pandémica? ¿Cuál es el mayor reto para cumplir con los objetivos de cara a futuro?

De acuerdo con lo que he comenzado mi intervención con la frase de AIE, somos la tecnología red en este momento, por precio pero también por rapidez de despegue y por rapidez de promoción. Dentro de todos estos plazos una planta fotovoltaica en España puede necesitar dos años para promoverse mientras que una eólica necesita cinco, entonces tenemos una ventaja competitiva muy grande. 

Nuestra otra gran ventaja es que somos una tecnología que igual puede hacer una planta de 500 MW que de 3 kW con el tema de autoconsumo y generación distribuida entonces diría que somos casi el producto perfecto para el mundo eléctrico.

Nos hemos convertido en la nueva tecnología convencional solo porque el paradigma dominante ahora mismo somos la fotovoltaica y la eólica pero claro si vamos a sustituir las antiguas convencionales tenemos que dar una necesidad con las mismas condiciones que las anteriores, con la misma previsibilidad y firmeza y para ello necesitamos el almacenamiento en sus diferentes fórmulas.

Puede ver la entrevista completa aquí.