Brasil alcanza los 50 GW de capacidad instalada operativa en energía solar, abarcando tanto la micro y mini generación distribuida (MMGD) como la generación centralizada. Además, se han creado más de 1,5 millones de empleos “verdes” desde 2012. Con estas cifras el país se posiciona en el sexto lugar del ranking mundial, junto a grandes potencias como China, Estados Unidos, Alemania, India y Japón.
Según la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar), desde 2012, el sector fotovoltaico en Brasil ya ha atraído R$ 229,7 mil millones (aproximadamente 45,94 mil millones de dólares) en nuevas inversiones, además de generar más de R$ 71 mil millones (14,2 mil millones de dólares) en ingresos para las arcas públicas.
Además, la energía solar ya representa el 20,7% de la capacidad instalada de la matriz eléctrica brasileña, consolidándose como la segunda mayor fuente de generación del país.
El estado brasileño que lidera la implementación de plantas fotovoltaicas centralizadas (UFV) en 2024 es Minas Gerais, con 64 plantas en operación y una capacidad instalada de 2,666 MW, lo que representa inversiones de R$ 12,9 mil millones (2,58 mil millones de dólares).
Proyecciones
Absolar señala que, para contribuir a la eficiencia en la generación y almacenamiento de energía solar, a nivel mundial, la industria del sector prevé utilizar un mineral asociado a las células fotovoltaicas utilizadas actualmente.
La eficiencia de los materiales en la producción se basa en una familia de materiales cristalinos llamados perovskitas, que son capaces de proporcionar paneles con tasas de eficiencia práctica muy superiores al 30%.
Las células solares tradicionales generalmente contienen dos capas de silicio ultrapuro, que reciben un aditivo para convertirlas en semiconductores (es decir, que tengan la capacidad de funcionar como conductor o aislante). A medida que absorben luz, los electrones reciben suficiente energía para cruzar la unión entre las capas, produciendo una corriente eléctrica. Si bien otros semiconductores pueden hacer lo mismo, ninguno rivaliza con la asequibilidad del silicio, que se produce a bajo costo a partir de arena.
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira señaló que “Brasil celebra con orgullo este importante logro en el sector de las energías renovables. Gracias al esfuerzo conjunto del gobierno, empresas del sector y la sociedad, el país se consolida como uno de los líderes mundiales en energía solar. Esta marca es el resultado de mucho trabajo y nuestra determinación de invertir en fuentes limpias y eficientes, que no sólo garanticen la seguridad energética, sino que también creen empleo y fomenten la innovación tecnológica. La energía solar juega un papel esencial en el futuro de Brasil y seguiremos avanzando para que nuestra matriz energética sea cada vez más diversificada y sostenible”.
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