Chile está en el umbral de una profunda transformación en su mercado energético, impulsada por el crecimiento de la energía solar y el almacenamiento en baterías. Este cambio tiene como objetivo la descarbonización del sistema eléctrico, con la eliminación total del carbón para 2040, según un informe de Aurora Energy Research.
En las últimas décadas, Chile ha dependido principalmente de fuentes de energía fósiles y de la hidroelectricidad, las cuales representaban el 63% de la capacidad total instalada en 2013. Sin embargo, se espera que la capacidad solar del país se cuadruplique para 2060, mientras que el almacenamiento en baterías jugará un papel crucial en equilibrar la oferta y la demanda de electricidad.
Un futuro solar liderado por el norte de Chile
Gracias a las condiciones naturales favorables y los bajos costos, se proyecta que la energía solar alcanzará un 46% de la capacidad total instalada en el sistema eléctrico nacional para 2060, según el análisis de Aurora Energy Research. La mayor parte de esta expansión se concentrará en el norte del país, especialmente en la región de Antofagasta, donde la alta irradiación solar y los menores costos de desarrollo en comparación con otras zonas hacen que esta fuente de energía sea altamente competitiva.
El papel complementario de las baterías
El almacenamiento en baterías, especialmente las de larga duración (sistemas de 8 horas), se considera esencial para apoyar la integración de la energía solar, sobre todo en las regiones con alta penetración solar. Estas baterías permitirán reducir la dependencia de la generación térmica durante las horas punta y contribuirán al equilibrio entre la oferta y la demanda a medida que aumente la participación de las energías renovables.
Se prevé que los pagos por capacidad para las tecnologías solares y de almacenamiento se ajusten en los próximos años. A medida que aumente la capacidad solar, las horas de mayor demanda (al mediodía) estarán cubiertas principalmente por energía solar, mientras que la demanda en las horas de la mañana y la noche dependerá de otras fuentes de capacidad firme. Esto podría llevar a una reducción de los pagos por capacidad para la energía solar en el futuro.
Cambios en la metodología de pagos por capacidad
El aumento de la penetración solar podría generar una reevaluación de los pagos por capacidad, enfocándose más en la cobertura de la demanda residual (en lugar de la demanda punta). En cuanto a las baterías, se espera que después de la finalización del régimen transitorio (DS70/2023) a mediados de la década de 2030, los pagos por capacidad para estos activos disminuyan. Sin embargo, las baterías de larga duración recibirían pagos más altos debido a su mayor valor de capacidad firme.
Infraestructura de transmisión: clave para el éxito
La expansión de la infraestructura de transmisión será crucial para asegurar que la energía solar barata generada en el norte pueda ser exportada a las regiones de mayor demanda, ubicadas en el centro del país. Proyectos como la línea HVDC Kimal-Lo Aguirre mejorarán la capacidad de transmisión y ayudarán a facilitar este proceso.
Chile está a punto de revolucionar su mercado energético, con la energía solar liderando el camino y las baterías asegurando que la energía renovable se almacene y se distribuya de manera eficiente, mitigando los problemas de intermitencia. El éxito de esta transformación dependerá de los incentivos del mercado y de inversiones estratégicas en infraestructura de transmisión.
A pesar de los desafíos, como la posible "canibalización" de la energía renovable, el panorama para el futuro de las energías renovables en Chile es sumamente prometedor. Se espera que los pagos por capacidad se ajusten para reflejar los cambios en la demanda y el tipo de generación, con lo que el país se encamina hacia un sistema eléctrico más sostenible y eficiente.
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