La Asamblea Legislativa de Costa Rica dio la noticia el pasado viernes 7 de agosto, el presidente de la República, Carlos Alvarado, firmó un decreto en el que desconvocaba el proyecto de ley 22,009 “Ley para la promoción y regulación de la generación distribuida con fuentes renovables para autoconsumo”. 

El director ejecutivo de la Cámara Costarricense de Generación Distribuida (CCGD), William Villalobos, le comentó en exclusiva a Review Energy que el país ya ha tenido ocho iniciativas similares que no han logrado convertirse en ley, sin embargo el proyecto de ley 22,009 buscaba no sólo regular la generación distribuida, sino también el del almacenamiento de energía, movilidad eléctrica, gestión de la demanda eléctrica...

“Ciertamente el tema nos toma por sorpresa. Los que estamos en la industria vimos con muy buenos ojos que el proyecto fuese convocado para este mes de agosto, porque eso era darle un impulso importante para que avanzara, pero esta ventaja de oportunidad se perdió”, agregó Villalobos. 

Desde el 2015, distintos actores han debatido sobre la creación de un marco regulatorio en este tema en el país, no obstante, diferentes empresas distribuidoras como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) han puesto peros y presiones para postergarlo, mencionó Villalobos. Actualmente el ICE es el que tiene las tarifas eléctricas más caras del país. 

En este momento el proyecto de ley no queda descartado en su totalidad por la Asamblea Legislativa, sino que a partir de setiembre, en el periodo de sesiones ordinarias, el proyecto entrará en lista con otros proyectos, lo que significa que el ritmo para debatirlo y eventualmente aprobarlo o descartar sea más lento.

“Lo peor que le puede pasar a un país es no regular por miedo a regular. El sol no nos cobra, la tecnología se impone por sí sola, lo que se requiere únicamente es la valentía de querer tener una discusión país en medio de un contexto del sector eléctrico costarricense, que siempre ha estado en un régimen monopólico”, dijo Villalobos.

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) así como otras asociaciones han especificado que las energías renovables son un mecanismo importante para la reactivación económica post pandémica, por lo que el sector costarricense encuentra lamentable la decisión de desconvocar el proyecto.

“Precisamente en momentos en que en los bolsillos de los hogares costarricenses no hay liquidez y el costo de la tarifa le quita el sueño a más de un emprendedor, pues un proyecto de estos que viene a abaratar los costos de la factura eléctrica se vuelve más bien indispensable como un mecanismo precisamente en tiempos de COVID”, especificó Villalobos.