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Los retos de la agrovoltaica en España: ¿Qué pasos hay que afrontar?


La agrovoltaica es un concepto que a priori, parece fácil de entender y que no presenta complicaciones en cuanto a su significado. La simbiosis entre agricultura y fotovoltaica, una unión productiva que aporte a los dos sectores implicados, el clásico trueque de “tú me das, yo te doy”. Sin embargo, y a pesar de contar con tantos aspectos positivos, en España no se ha desarrollado tanto como se esperaría. ¿Dónde está el problema?

Review Energy ha tenido la oportunidad de hablar con expertos en el tema para que nos den su opinión desde diferentes puntos de vista. Así, han surgido diferentes temas a abordar imprescindibles de cara al futuro: mayor legislación y regulación para llevarse a cabo, mayor implicación por parte de empresas, administraciones y personas implicadas y mayor conocimiento de lo que es la agrovoltaica y qué beneficios reales trae a los actores implicados en ello.

Desafío normativo y legal

El primer concepto a tratar sería la regulación de este tipo de práctica. Para Manuel Barrera Viera, director nacional de Ventas de Energía Solar Fotovoltaica en Edison Next Spain, es necesario que se mejoren las condiciones administrativas en cuanto al suelo rústico. Este desafío normativo debe ser abordado por las Administraciones Públicas, que tienen que regular para que sea más sencilla su implantación.

Para, Pablo Cuesta, CEO del Grupo Praxia, la bancabilidad es uno de los grandes objetivos a conseguir. “El gran reto es la bancabilidad y la competitividad. Me refiero a que sean soluciones probadas, garantizadas y con acceso a financiación”, señaló.

Para Fanny Ibáñez, Project Manager de proyectos fotovoltaicos sostenibles, en España hay un atasco en este aspecto. “Hay países que financian estos proyectos como Japón, Corea, Francia, Holanda… Se está trabajando en varios sitios, pero en España no tanto. En Cataluña, se ha creado un grupo de trabajo para el desarrollo de la agrovoltaica pero, aun así, vamos muy tarde”, lamentó.

Ibáñez considera que hay un problema de confianza que hace que las Administraciones sientan desconfianza cuando se les presentan proyectos de agrovoltaica porque en ocasiones se ha hecho greenwashing, es decir, un blanqueo ecológico de proyectos que en realidad no presentaban una verdadera técnica de agrovoltaica.

“La Administración lo ve como un greenwashing. Hay empresas que quieren hacer grandes proyectos y, para conseguir aceptación, ponen tres ovejas y cuatro plantas aromáticas y dicen que eso es agrovoltaica, y la Administración está en una situación de desconfianza”, explicó Ibáñez a Review Energy, tras su experiencia dentro del sector.

Barrera, por otra parte, cree que es necesario definir más ampliamente el concepto de agrovoltaica para que no se produzcan estas prácticas. “La agrovoltaica tiene el desafío de incorporarse al principal sector productivo del país, la agricultura. Es una simbiosis entre agricultura y fotovoltaica, que está llamada a mejorar el tejido social de la zona y mejorar la calidad de red.”, argumentó.

Desafío social

Entrando en este tema, el desafío social es otra de las grandes barreras a batir. Es común ver y leer noticias de cómo diferentes grupos sociales rechazan la implantación de tecnologías renovables por diferentes motivos: estéticos, paisajísticos, económicos, etc. La fotovoltaica no es una excepción. Pero, ¿cómo superar este punto?

Para Barrera, extender una imagen positiva es posible gracias a las empresas de explotación agraria y del sector fotovoltaico. Y con esto, volvemos al desafío normativo y legal. Para él, hace falta una normativa clara que oriente a los potenciales incentivos. Serían las herramientas para que ambas tipologías empresas puedan hacer de esto una realidad y llevar a cabo una buena difusión gracias a la propia implantación. “Es necesario que se fomenten las subvenciones o incentivos fiscales a través de una normativa clara: esto fomentaría la actividad económica y se traduciría en un mayor fomento”, explicó.

Ibáñez, que ha tenido oportunidad de trabajar más directamente con los trabajadores de la tierra, aseguró que no hay referentes que ellos puedan ver para saber realmente en qué consiste la agrovoltaica. “El agricultor, desde su perspectiva, no lo visualiza, porque no hay datos reales ni infraestructura. No hay referentes”, indicó. Por lo tanto, hay que hacerles partícipes del cambio que les supondría.

La fotovoltaica tiene que adaptarse al terreno

Una de las piezas fundamentales de la agrovoltaica es aprovechar los recursos y las múltiples posibilidades del suelo, aprovechar su riqueza. “Hay que aprovechar la riqueza del suelo. Se le puede dar mucho valor”, señala Ibáñez.

Para ambos entrevistados, el sector fotovoltaico es el que tiene que adaptarse al terreno, al cultivo que haya. “Para que haya agrovoltaica debe de haber compatibilidad con cultivo existente. La fotovoltaica viene a convivir con el cultivo, y no al revés. La fotovoltaica tiene así el desafío de incorporarse de manera innovadora y, a su vez, la agricultura se adapta a procesos para combatir el cambio climático”.

Ibáñez considera que el agricultor (o el propietario de un terreno o una empresa agrícola) es el que tiene que hacer así una participación de energía, creando esa sinergia que le va a beneficiar. “Se van a tecnologizar. Si pones una instalación que te cubra parcialmente y te permita estabilizar la temperatura de las plantas te permite efectos positivos. Van a poder más fácilmente monitorizar sus cultivos monitorizar sus cultivos y beneficiarse de cara al futuro. Esto te genera mayor aceptación social”, defendió.

Es decir, el cultivo se beneficia de la tecnología fotovoltaica. “El agricultor puede tener ingresos que le amortigüen, va a tener una diversificación de ingresos. No depende solo de la cosecha”, añadió.

Desafío de innovación

Y así, llegamos al tercer punto del vértice, el desafío de la innovación que, como no podía ser de otra manera, viene entrelazado con los anteriores. Para la Project Manager, es necesario que en este aspecto la empresa privada se involucre de verdad. “Creo que las grandes empresas privadas no se meten en ello. Si pueden hacer proyectos de 30 MW, no se van a meter en estos proyectos de menor tamaño. Hace falta un compromiso real y proyectos que sean ejemplo”, remarcó.

El directivo de Edison Next defiende la compatibilidad de huertos solares de gran tamaño para venta red porque “son necesarios y cumplen la normativa a nivel ambiental” y considera que la agrovoltaica debe diferenciarse de los huertos solares de producción que están conectados a la red. “La agrovoltaica es otra alternativa, que puede vincularse al autoconsumo y a una mejora de calidad de la red en zonas de reto demográfico”, indicó.

Barrera considera que es necesario desarrollar más proyectos innovadores para la creación de alternativas agrovoltaicas reales a cada tipo de cultivo, generando esa simbiosis de la que hemos hablado a lo largo de este texto.

En este aspecto, y aunando ambas posturas, volvemos a la consideración de Cuesta, que hablaba de la necesidad de una mayor competitividad, a implantar soluciones que sean probadas, a que las empresas se interesen en ello, a que haya un compromiso real, como decía Ibáñez.

Conclusiones

Aprovechar la sinergia, que haya compromiso de todas las partes, dejar a un lado la desconfianza, mayor regulación y financiación, proyectos de calidad que generen una difusión positiva… Son muchas las ideas extraídas, todas necesarias pero, a su vez, es una madeja difícil de desliar.

Al final, y como puede verse a través de las declaraciones de los protagonistas que han hablado con Review Energy, todo forma parte de un ciclo, y es necesario romper la rueda en alguno de los puntos para que se vayan sucediendo las acciones en cadena, como piezas de dominó cayendo.

Es necesario volver al principio, es decir, al tema de la definición: ¿será que es necesario definir más claramente los conceptos para continuar con las líneas a trazar? Se hace necesario trabajo y colaboración por parte de los tres sectores para llegar a un acuerdo.

La confianza y el trabajo conjunto van a ser necesarios en todos los tramos de ese largo camino que queda por recorrer. Hay una línea de meta en el fondo, y todas las partes pueden ganar la carrera.

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