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Efecto post POEM: ¿Cuál será el futuro de la eólica marina en España?


El desarrollo de eólica marina en España tiene cada vez más herramientas a su favor. Una de las últimas, la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) con la que el país ibérico espera desplegar de eólica flotante.

Los POEM, que finalmente han definido las áreas donde se podrán desarrollar las distintas actividades del mar, establecieron que para la eólica marina se deberían cumplir una serie de condiciones entre las que se encuentran disponer de recurso eólico idóneo para generar energía suficiente y viabilizar el parque eólico marino, tener características físicas favorables o poner especial atención en las profundidades de emplazamiento, distancias a la costa, pendiente y características del fondo marino.

Esto, sin dejar de lado que tendrán que permitir la coexistencia de la eólica marina con otros usos y actividades del espacio marítimo (biodiversidad, defensa, pesca, acuicultura, navegación, turismo, etc.).

Post – POEM

Tras conocerse la tan esperada noticia, de un proceso que duró casi dos años, el sector eólico también activó toda su maquinaria para avanzar en el desarrollo de esta tecnología limpia. Fue la misma Asociación Empresarial Eólica (AEE), la que consideró la decisión como “un aspecto fundamental para evitar conflictos futuros y asegurar que la convocatoria de las futuras subastas y la tramitación posterior de los proyectos adjudicados pueda realizarse de manera eficaz”.

Y es precisamente frente a las subastas y los procesos posteriores que la industria se hace preguntas. Según contó a Review Energy Bernardino Couñago, co-fundador y director general de BlueNewables, “se debe ser cuidadoso al tratarse de la primera de las subastas, y de tecnologías de las que no existe proyectos anteriores de referencia, cuyas inversiones serán inmensas, es obvio que habrá riesgos técnicos y financieros inherentes al grado de madurez de las eólicas flotantes”.

Para Couñago, un mal primer proyecto podría lastrar el posterior desarrollo de toda la industria. Explicó que, para efectos posteriores, se deberían establecer mecanismos que garantizasen la ejecución del proyecto, que evitasen la especulación pura y que los proyectos se concediesen a empresas/consorcios incapaces de afrontar el reto. Añadió que, de parte del Estado, se debería dar un marco jurídico que garantizase las retribuciones para los próximos 25 años. “La industria necesita conocer los plazos, los requisitos administrativos para la integración a red, procesos de tramitación medioambiental, el esquema retributivo, etcétera”, destacó.

Por su parte, Diego Fernández Casado, presidente de la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España, señaló a este medio que las subastas deberán considerar, además del precio y plazos de ejecución, factores como la creación de empleo local, el uso y desarrollo de tecnologías nacionales, que vayan alineadas con las leyes europeas.

Pero antes de adelantarse a las subastas, fue Javier Gesteira, Coordinador Financiero y Comercial de Industrias Ferri, quien remarcó que hay que poner especial atención en la tenencia de una legislación que permita operar y montar todo lo que vendrá durante los próximos años, a nivel de prevención de riesgos, marcados, usos, certificaciones, entre otros.

Gesteira explicó a Review Energy que “hoy en día no hay dicha legislación y tendremos que trabajar, por lo menos, en paralelo para que llegue a tiempo. Por lo tanto, veo más crítica la legislación que la propia subasta que al final será un proceso de designación de los desarrolladores de cada una de las zonas y que la duración no debería irse más allá de un año”.

Los futuros cuellos de botella

Según lo establecido por la Hoja de Ruta para el desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías del Mar, aprobada en diciembre de 2021, existe un objetivo para alcanzar una potencia instalada de eólica marina de hasta 3 GW en 2030. Además, una visión a largo plazo sobre el escenario de eólica marina en España indica la potencialidad que tiene el país para alcanzar 17 GW en 2050.

El co-fundador y director general de BlueNewables rescató que, hasta la fecha, en la industria “hemos estado muy cómodos ‘culpando’ al Estado porque los planes POEM no estaban definidos. En los próximos meses les ‘culparemos’ porque sin un marco regulatorio y reglas de subasta no se puede planificar un proyecto”.

Desde su posición en BlueNewables, Couñago afirmó que cuando “la pelota pase al lado de la industria, nos tememos que va a haber una serie de retos tecnológicos que todavía no están resueltos”.

Para él, estos cuellos de botella pueden estar enmarcados en situaciones como que no existe un bagaje operativo de grandes parques flotantes, ni tan siquiera pequeñas preseries. Según él, el conocimiento de la cadena de valor, desde la empresa promotora hasta la empresa que presta servicios de mantenimiento, es escaso y nadie se ha enfrentado al proyecto de diseño, construcción, instalación y operación de un parque eólico marino flotante.

“Parece obvio que, como en cualquier otro desarrollo tecnológico de estas dimensiones, van a surgir retos en cada uno de los grandes componentes del parque: aerogeneradores, plataformas flotantes, sistemas de fondeo, cableado eléctrico y subestaciones marinas”, rescató Couñago.

A su vez, el presidente de la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España explicó que el principal cuello de botella será la capacidad de la cadena de suministro para dar respuesta a esta gran cantidad de MW en tan poco espacio de tiempo. “Y, por supuesto, la necesidad de agilizar al máximo los permisos medioambientales”.

El largo plazo de la eólica marina

No creo que antes del 2030 tengamos un parque eólico offshore nacional. Puede haber prototipos o parques experimentales, pero la realidad es que no creo que suceda antes de esta fecha”, señaló el Coordinador Financiero y Comercial de Industrias Ferri.

Y es que para él existen una serie de razones específicas que sostienen su afirmación. Explica que el periodo de maduración de un proyecto eólico marino de plataformas fijas, tras una subasta, va  entorno a los 3 a 4 años desde su adjudicación. Además, sostiene que el país no tiene infraestructuras para canalizar toda esa energía que se quiere producir. “Creo que es importante y al final también es una inversión”, señaló.

Finalmente, reconoce que la tecnología que se tiene que implantar en España aún sigue en fase pre-comercial o de prototipado.

¿Soplará fuerte en las costas españolas?

“España ha hecho los deberes, con los escasos medios disponibles, en cuanto a investigación y desarrollo de conceptos. Eso se refleja en el alto número de conceptos flotantes y la actividad que ya están teniendo las distintas empresas participando en la eólica marina. Cada vez existe más personal capacitado y formado (y muchos más que harán falta) para cubrir las necesidades del sector”, dijo Couñago.

Y es que la industria ya había puesto una especial atención en el desarrollo de la eólica marina en el país. Fernández Casado remarca que España ha sido desde los inicios de esta nueva industria, un país líder en desarrollo de tecnología para la eólica marina y muy especialmente en la flotante. “Y lo sigue siendo, incluso a nivel de la cadena de suministro”.

Así que, según él, luego de la publicación de los POEM se abre la posibilidad de que empresas españolas vuelquen su tecnología, innovación, capacidad industrial y de generación en el desarrollo económico del país de manera que se puedan cumplir los objetivos de sostenibilidad que marca la Unión Europea y reducir la dependencia energética.

Los expertos coinciden en que este nuevo paso debe es un motivo para alegrarse y las nuevas decisiones permitirán al país seguir creciendo y fortaleciendo la industria de la eólica marina. Como señaló Couñago: “tenemos casi todos los ingredientes de la receta, es ya cuestión de organizar bien el cocinado, remangarnos y ponernos manos a la obra, y no perdernos en disputas regionales estériles, entramados políticos y burocráticos que tanto nos gustan, y demás ineficiencias que nos restan competitividad”.

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