España, Portugal, Francia y ahora, Alemania. El país germano ya hace parte del H2Med, el primer corredor de Europa que transportará hidrógeno limpio al norte del viejo continente. Así lo anunció el presidente de Francia, Emmanuel Macron, tras la celebración del Consejo de Ministros franco-alemán en París en el marco de la cumbre que celebra los 60 años del Tratado del Elíseo.

“Daremos los pasos necesarios para establecer un marco europeo para el transporte de hidrógeno en toda Europa, incluyendo la infraestructura necesaria a nivel nacional y transnacional, en particular, la conexión y ampliación de las infraestructuras existentes y previstas, en particular la ampliación del gasoducto de hidrógeno H2Med a Alemania en estrecha cooperación con los socios interesados, así como la ampliación y el refuerzo de la red eléctrica en toda la Unión Europea” dijo Macron, tras referirse al corredor que tendrá un coste aproximado de unos 2.500 millones de euros.

 Y, por supuesto, fue el presidente de España, Pedro Sánchez quien celebró la noticia. El mandatario recalcó el interés del país ibérico de “situarse a la cabeza de la carrera por la transición energética, liderando el desarrollo de las energías renovables, con vocación también de ser un referente en el hidrógeno”.

Paso por paso

Emilio Nieto,director del Centro Nacional de Hidrógeno (CNH2), explica que el H2Med inicialmente surgió para unir los intereses de España, Francia y Portugal, con dimensión europea, y ahora Alemania se ha unido para darle más extensión y fortaleza. En un inicio iba a tener dos tramos: uno para unir Celorico da Beira (Portugal) y Zamora, y un segundo para unir Barcelona y Marsella submarino. Ahora con esta integración de Alemania en el proyecto, Nieto señala que se amplía otro tramo para unir Francia y Alemania.

Y en lo que se refiere a plazos, Nieto asegura que en el 2030 se esperan las primeras exportaciones de hidrógeno. “Se estima que se pueda transportar desde España hasta dos millones de toneladas de hidrógeno renovable anuales que equivale a un 10% aproximadamente del consumo actual de la Unión Europea, y para el 2050 se estima que el 20% de la energía de la UE sea soportada con hidrógeno renovable”.

Por eso, según Afkenel Schipstra, COO Energy de First Hydrogen y miembro de HydrogenOne Capital, la inclusión de Alemania en el H2Med “definitivamente fortalece la dimensión paneuropea y es otra parte de la columna vertebral europea del hidrógeno la que está tomando forma. La disponibilidad de infraestructura es primordial en el desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno verde”.

Schipstra comenta que la decisión también aumenta los esfuerzos por la soberanía energética europea y subraya el importante papel que puede desempeñar la Península Ibérica en la producción de hidrógeno verde.

¿Cortina de humo?

Está claro, las expectativas son altas. Entonces, ¿qué supone la integración del país germano a esta nueva realidad europea? Para Javier Pollos Ezquerra, Consultant Partner en AtlantHy, tras varios intentos fallidos como el MidCAT, parece que por fin el H2Med se posiciona como el primer gran proyecto de conexión de hidrógeno entre la península ibérica y el centro de Europa.

Pollos Ezquerra sostiene que “España mantiene por tanto la oportunidad de ser un actor relevante en el panorama energético europeo y la llave de paso de un importante porcentaje de hidrógeno que se consumirá ennuestros países vecinos en el futuro. Tampoco hay que olvidar que la adhesión deAlemania al acuerdo, lejos de ser un plus, es más bien algo imprescindible. Todos somosconscientes que no se pueden hacer proyectos de producción de hidrógeno sin un consumidory el H2Med, aun sin haber sido oficial, ya contaba desde un principio con la aprobación alemanao sino ¿a dónde iba a ir a para el hidrógeno que cruzaría nuestras fronteras?”.

Sin embargo y lejos de ser pesimista, Pollos Ezquerra sostiene que el sector se ve muchas veces inundado de propuestas de proyectos faraónicos que prometen ser la clave de la descarbonización y ejes de atracción de inversión y empleo. “Esperemos que en esta ocasión el anuncio y los planes para este proyecto se vuelvan una realidad y no sea mera propaganda política. La industria tiene ganas de más y espera que el 2023 sea por fin el año del hidrógeno.

Abelardo Reinoso, Consultor y Analista Energético, también compartió sus opiniones con Review Energy. Según él, el anuncio de la adhesión de Alemania al proyecto H2Med “suena más a posicionamiento mediático de los germanos -necesitados de trasladar noticias esperanzadoras a sus ciudadanos en el ámbito energético- que a un proyecto tecnológico solvente que vaya en la línea de la independencia energética europea. Incluso parece que Alemania, por miedo a perder el carro energético y las generosas aportaciones económicas de UE ha decidido formar parte del grupo del hidrógeno. No olvidemos que los planes transfronterizos de infraestructuras, los llamados PIC, pueden recibir hasta un 50% de financiación comunitaria”.

El análisis de Reinoso sugiere que, antes de seguir avanzando más, el H2Med debe aclarar qué paleta de colores va a utilizar el hidrógeno que se vaya a producir en cada uno de los países. “Es un tema clave para poder armonizar las ideas y participaciones de cada país, extremo aun no aclarado ni consensuado. Tampoco se conoce el adecuado business case que avale su viabilidad tecnológica ni su eficiencia desde el punto de vista de suministro energético”.

Además, el experto avisa que debe diseñarse un plan de instalaciones de generación adecuadas para la producción del hidrógeno. Por el momento, es un plan inexistente más allá de proyectos aislados como el de Repsol, Engie y Enagás en Murcia o el de Iberdrola en Puertollano, dice.

“Esto no funcionará adecuadamente si no hay una planificación técnica, de desarrollo de infraestructuras y operativa única, consensuada y de gestión centralizada en cada país”, explica el Consultor y Analista Energético. Según él, respecto a la evolución en la descarbonización de los procesos productivos, es necesario avanzar en la transformación de los sistemas de producción para utilizar parte del hidrógeno renovable producido en las nuevas instalaciones para descarbonizar distintas industrias. “Otra de las tareas pendientes en nuestro país, más preocupado porque circule el hidrógeno que en cómo utilizarlo eficientemente para nuestro beneficio interno”, concluye.