La preocupación por la seguridad energética causada por la invasión rusa de Ucrania ha motivado a los países a recurrir cada vez más a energías renovables como la solar y la eólica para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados, cuyos precios se han disparado drásticamente. Según ‘Renewables 2022’, la última edición del informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) sobre el sector, se espera que la capacidad mundial de energía renovable aumente en 2.400 GW durante el periodo 2022-2027, una cantidad equivalente a toda la capacidad eléctrica de China en la actualidad.

La crisis energética mundial está impulsando una fuerte aceleración de las instalaciones de energía renovable, con un crecimiento total de la capacidad mundial que casi se duplicará en los próximos cinco años, superando al carbón como la mayor fuente de generación de electricidad y ayudando a mantener viva la posibilidad de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, dice la IEA en su nuevo informe.

Este enorme aumento previsto es un 30% superior al crecimiento previsto hace tan sólo un año, lo que pone de manifiesto la rapidez con la que los gobiernos han dado un impulso político adicional a las energías renovables. Según el informe, las energías renovables representarán más del 90% del crecimiento mundial de la electricidad en los próximos cinco años, superando al carbón y convirtiéndose en la mayor fuente de electricidad mundial a principios de 2025.

“Las energías renovables ya se estaban expandiendo rápidamente, pero la crisis energética mundial las ha impulsado a una nueva fase extraordinaria de crecimiento aún más rápido, ya que los países tratan de aprovechar sus ventajas en materia de seguridad energética. En los próximos 5 años, el mundo añadirá tanta energía renovable como en los 20 años anteriores", declaró Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA. “Este es un claro ejemplo de cómo la actual crisis energética puede ser un punto de inflexión histórico hacia un sistema energético más limpio y seguro. La continua aceleración de las energías renovables es fundamental para ayudar a mantener la puerta abierta a limitar el calentamiento global a 1,5 °C”, añadió.

Impulso de la solar y la eólica

La guerra de Ucrania es un momento decisivo para las energías renovables en Europa, donde gobiernos y empresas buscan sustituir rápidamente el gas ruso por alternativas. Se prevé que la cantidad de capacidad de energía renovable añadida en Europa en el periodo 2022-27 sea el doble que en el quinquenio anterior, impulsada por una combinación de preocupaciones por la seguridad energética y ambiciones climáticas. Podría lograrse un despliegue aún más rápido de la energía eólica y solar fotovoltaica si los Estados miembros de la UE aplicaran rápidamente una serie de políticas, como la racionalización y la reducción de los plazos de concesión de permisos, la mejora de los diseños de las subastas y la mejora de la visibilidad de los calendarios de las subastas, así como la mejora de los sistemas de incentivos para apoyar la energía solar en los tejados.

Más allá de Europa, la revisión al alza del crecimiento de la energía renovable para los próximos cinco años también está impulsada por China, Estados Unidos e India, que están aplicando políticas e introduciendo reformas normativas y de mercado más rápidamente de lo previsto para combatir la crisis energética. Como resultado de su reciente 14º Plan Quinquenal, se espera que China represente casi la mitad de la nueva capacidad mundial de energía renovable en el periodo 2022-2027. Mientras tanto, la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense ha proporcionado un nuevo apoyo y visibilidad a largo plazo para la expansión de las energías renovables en Estados Unidos, pese a algunas críticas que ha generado en el marco de la UE.

La energía solar fotovoltaica y la eólica terrestre son las opciones más baratas para la generación de electricidad en la mayoría de los países del mundo. La capacidad mundial de energía solar fotovoltaica casi se triplicará en el periodo 2022-2027, superando al carbón y convirtiéndose en la mayor fuente de capacidad eléctrica del mundo. El informe también prevé una aceleración de las instalaciones de paneles solares en tejados residenciales y comerciales, que ayudan a los consumidores a reducir la factura energética. La capacidad eólica mundial casi se duplica en el periodo de previsión, y los proyectos en alta mar representan una quinta parte del crecimiento. Juntas, la eólica y la solar representarán más del 90% de la capacidad de energía renovable que se añada en los próximos cinco años.

El informe observa signos emergentes de diversificación en las cadenas de suministro fotovoltaico mundiales, con nuevas políticas en Estados Unidos e India que se espera que impulsen la inversión en fabricación solar hasta en 25.000 millones de dólares durante el periodo 2022-2027. Aunque China sigue siendo el actor dominante, su cuota en la capacidad de fabricación mundial podría disminuir del 90% actual al 75% en 2027.

El informe también presenta un caso acelerado en el que la capacidad de energía renovable crece un 25% más que la previsión principal. En las economías avanzadas, este crecimiento más rápido exigiría abordar diversos retos normativos y de permisos y una penetración más rápida de la electricidad renovable en los sectores de la calefacción y el transporte. En las economías emergentes y en desarrollo, supondría abordar las incertidumbres políticas y normativas, las deficiencias de las infraestructuras de red y la falta de acceso a una financiación asequible que obstaculizan la realización de nuevos proyectos.

En todo el mundo, el caso acelerado requiere esfuerzos para resolver los problemas de la cadena de suministro, ampliar las redes y desplegar más recursos de flexibilidad para gestionar con seguridad mayores porcentajes de energías renovables variables. El crecimiento más rápido de las energías renovables en el caso acelerado acercaría al mundo a una senda coherente con el objetivo de alcanzar las emisiones netas cero en 2050, lo que ofrece una oportunidad equitativa de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.