
República Dominicana supera el 23% de capacidad renovable en su matriz energética
En 2024, las energías renovables representaron el 23,32 % de la capacidad de generación eléctrica en República Dominicana, alcanzando 1.396 MW gracias a fuentes como la solar, eólica y biomasa. Esto marca un incremento de más del 137% en comparación con 2020, cuando estas tecnologías generaban apenas 588 MW, un 11,94 % del total nacional. Además, el país cuenta con más de 460 MW instalados en techos para autoconsumo en residencias, comercios e industrias.
Los datos fueron presentados por Betty Soto, viceministra de Innovación y Transición Energética del Ministerio de Energía y Minas (MEM), durante su intervención en la 15.ª Asamblea de la International Renewable Energy Agency (Irena), celebrada en Abu Dabi. Soto destacó el compromiso del país con la creación de un modelo energético inclusivo, resiliente y sostenible, anunciando la próxima publicación del Plan Energético Nacional 2025-2038.
Avances significativos para la región
La viceministra subrayó que República Dominicana lidera en Centroamérica y el Caribe la transición hacia energías limpias, con la incorporación de 27 nuevos parques de energía renovable. Estos aportarán 1.567,47 MW al sistema eléctrico nacional, con algunos proyectos ya operativos desde 2024 y otros programados para 2025.
Estos avances se enmarcan en la Estrategia Nacional de Desarrollo (Ley 1-12), que busca reducir un 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y en los incentivos establecidos por la Ley 57-07, que fija como meta alcanzar un 25% de generación renovable en 2025. En 2023, el país atrajo inversiones privadas por USD 1.070 millones en el sector energético, fortaleciendo su economía y desarrollo sostenible.
Compromiso global y desafíos
Soto reafirmó el compromiso de República Dominicana con acuerdos internacionales como el Acuerdo de París y la iniciativa “Renovables para Latinoamérica y el Caribe” (Relac), que busca una penetración del 30% de energías renovables en 2030.
Entre los desafíos clave para consolidar este progreso, destacó la necesidad de fortalecer la infraestructura de transmisión, garantizar acceso energético en comunidades rurales mediante fuentes renovables, expandir el uso de gas natural como combustible de transición, establecer un marco regulatorio para el almacenamiento energético, y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
“Seguiremos colaborando con naciones, instituciones y el sector privado para avanzar hacia un futuro más limpio y sostenible, reafirmando nuestro compromiso con el desarrollo energético inclusivo”, concluyó la viceministra.
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