La Comunidad Valenciana ha impulsado cada vez más compromisos hacia una transición energética acelerada. Decenas de inversores en energías renovables han puesto los ojos en la región para desarrollar sus proyectos.

Además, ante el nombramiento de Valencia como Capital Verde Europea 2024, varias entidades como Greenpeace reconocieron las grandes acciones que se han hecho y que se tienen que seguir impulsando para el despliegue de las energías limpias.

En la actualidad, según fuentes de la Conselleria de Economía, la Comunidad Valenciana genera 2.357 MW procedentes de fuentes renovables, lo que supone el 28,4% del total de la energía instalada (8.300 MW). Sim embargo, la apuesta por la energía limpia podría avanzar más rápido.

Review Energy habló con Pedro Fresco, director general de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana para conocer cuáles son los retos y oportunidades que tienen las renovables en esta comunidad.

Review Energy: ¿Cómo está afrontando la Comunidad Valenciana los objetivos de descarbonización y la transición energética?

Pedro Fresco: La Comunidad Valenciana está intentando responder a este reto con un enorme aparato legislativo, regulatorio y de planificación. Destacaría la ley de cambio climático y transición ecológica, una de las más avanzadas de España, o la reciente Ruta Valenciana del Biogás. Además, hace escasamente dos años se hizo un Decreto-Ley para el desarrollo de renovables, que se reformó además hace unos meses. Paralelamente a todo esto hemos desarrollado multitud de ayudas y subvenciones específicas al autoconsumo o a las Comunidades Energéticas, además de la gestión de los distintos programas orientados a la transición energética que vienen de los fondos Next Generation. En definitiva, se están haciendo muchas cosas, pero en un momento de emergencia climática y energética todo parece insuficiente.

RE: Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha son referente en fotovoltaica; y Aragón, Castilla y León y Galicia, en eólica. ¿Qué falta para que la Comunitata Valenciana sea parte de ellas?

PF: Cada CC.AA. tiene una naturaleza y unos recursos distintos. La Comunidad Valenciana es un territorio con zonas eólicas aptas, pero no es de los mejores de España en este aspecto. Tenemos mejor capacidad solar, aunque tampoco al nivel de Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha. Somos, además, un territorio minifundista, lo que hace más difícil la obtención del suelo para plantas fotovoltaicas. Todo eso influye para no estar en cabeza, pero no puedo ocultar que el desarrollo de las renovables en los últimos años ha sido decepcionante. Ahora tenemos muchos centenares de MW renovables cerca de ser autorizados, con lo que esperamos comenzar a revertir este decepcionante desarrollo. Creo que en 2023 las cifras de instalación en la Comunidad Valenciana no se parecerán en nada a las actuales.

RE: Uno de los grandes problemas de los proyectos renovables son los trámites administrativos. ¿Qué está haciendo la región para acelerar dichos permisos?

PF: Hicimos un Decreto-Ley que agilizaba la tramitación de las plantas renovables en agosto de 2020, que posteriormente mejoramos en abril de este año, incorporando alguna de las cosas que pedía la Unión Europea para responder a la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania. A nivel de personal hemos creado equipos específicos y reforzado con recursos humanos los departamentos implicados en la autorización de instalaciones renovables. Ya podemos ver el efecto de estos refuerzos en muchos de los procesos intermedios del proceso tramitador, por lo que sabemos que en breve se verá a nivel de autorizaciones.

RE: ¿Cuál será el paso a seguir para que haya un impulso en el autoconsumo para la Comunidad Valenciana?

PF: La verdad es que el autoconsumo en la Comunidad Valenciana va como un tiro. Se han instalado 210 MW en los primeros nueve meses del 2022, una cifra que no nos hubiésemos creído si nos la hubiesen dicho hace dos años. Obviamente influye mucho tanto el precio de la electricidad como los fondos Next Generation, pero también las bonificaciones fiscales de muchos ayuntamientos y la deducción fiscal en el IRPF que también tiene la Comunidad Valenciana.

Este impulso, sostenido en estas circunstancias tan especiales, podría no durar más allá de 2024, así que es muy conveniente mejorar la regulación para facilitar al máximo el autoconsumo a todos los niveles. Estamos trabajando mucho en propuestas que le hemos presentado al Ministerio por distintos medios, porque es importante tener el mejor marco regulatorio posible para cuando el incentivo económico desaparezca.

RE: ¿Cómo pretende la Ruta Valenciana del Biogás impulsar los objetivos de descarbonización de la comunidad?

PF: La Ruta Valenciana del Biogás aporta un enfoque muy novedoso respecto a cómo se estaba enfocando la producción de biogás en España. Para nosotros este biogás, siempre que sea posible, debe ir destinado a actividades donde no hay alternativa tecnológica descarbonizada o esta no es competitiva. Pensamos, por tanto, en el upgrading y destinar el biometano a las industrias o al transporte pesado, excepto en aquellos casos donde por ausencia de red de gas o por cantidad sea más lógico la cogeneración u otros usos.

La Ruta Valenciana del Biogás analiza el potencial de la Comunidad Valenciana y marca unos objetivos ambiciosos, pero realizables, a 2030, proponiendo unas estrategias para ello. A partir de ahí hay que buscar complicidades con el sector privado y obtener fondos públicos para poder incentivar aquello que sea necesario, y también atender a las necesidades regulatorias y administrativas para poder agilizar este proceso. Hay, por tanto, mucho trabajo por delante, pero ya hemos comenzado a identificar proyectos, problemáticas y posibles soluciones, tanto para el sector privado como para el público, que también es importante en este caso.