Altos costos y falta de infraestructura frenan el crecimiento del hidrógeno limpio a nivel global
La producción de hidrógeno de bajas emisiones sigue proyectando un crecimiento significativo de cara a 2030, aunque a un ritmo más moderado del que se anticipaba hace apenas unos años. Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), la cartera global de proyectos ha sufrido retrasos y cancelaciones, lo que ha reducido las expectativas de expansión.
De acuerdo con el análisis, la producción de hidrógeno bajo en carbono podría alcanzar las 37 millones de toneladas anuales en 2030, por debajo de los 49 millones de toneladas proyectados un año antes. Esta revisión a la baja refleja los obstáculos que enfrenta el sector, como altos costos, incertidumbre regulatoria, debilidad de la demanda y lento desarrollo de infraestructuras.
Pese a estas dificultades, el organismo internacional asegura que la expansión continúa en marcha y que, para finales de la década, la producción de hidrógeno de bajas emisiones será varias veces superior a los niveles actuales. Los proyectos ya en operación, en construcción o con decisión final de inversión podrían superar los 4 millones de toneladas anuales en 2030, con un potencial adicional de 6 millones si se implementan políticas eficaces para impulsar la demanda.
Un mercado aún dominado por los combustibles fósiles
El informe de la IEA revela que la demanda mundial de hidrógeno alcanzó casi 100 millones de toneladas en 2024, un 2 % más que en 2023, en línea con el crecimiento de la demanda energética global. Sin embargo, la gran mayoría proviene aún de hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles, sin captura de emisiones.
Los sectores tradicionales, como la refinación de petróleo y la industria pesada, siguen siendo los principales consumidores, mientras que la producción a partir de combustibles fósiles se mantiene como la opción más barata. La diferencia de costos frente al hidrógeno limpio se amplió recientemente por la caída del precio del gas natural y el encarecimiento de los electrolizadores.
Aun así, la IEA prevé que esta brecha se reduzca hacia 2030, gracias al abaratamiento tecnológico, la expansión de las energías renovables en diversas regiones y la entrada en vigor de nuevas regulaciones de apoyo.
China, protagonista en electrolizadores
El reporte destaca que China concentra el 65 % de la capacidad mundial de electrolizadores instalados o con decisión final de inversión, y casi el 60 % de la capacidad de fabricación. No obstante, el país también podría enfrentar retos, ya que su capacidad de producción, superior a los 20 gigavatios anuales, supera con creces la demanda actual.
El análisis también evalúa la instalación de electrolizadores chinos fuera del país y concluye que, al incluir costos de transporte y aranceles, no resultan significativamente más baratos que los de otros fabricantes.
Perspectivas en transporte marítimo y Asia
El informe subraya además la necesidad de mayores esfuerzos para que el sector naviero adopte combustibles basados en hidrógeno, aunque destaca que la infraestructura portuaria ya existente en muchas regiones podría facilitar la transición. Actualmente, cerca de 80 puertos en el mundo cuentan con experiencia sólida en gestión de químicos, lo que los posiciona favorablemente para manejar hidrógeno en el futuro.
El documento dedica especial atención al Sudeste Asiático, que se perfila como un mercado clave: la región podría alcanzar 430.000 toneladas anuales de hidrógeno limpio en 2030, frente a apenas 3.000 toneladas actuales, siempre que logre acelerar el despliegue de renovables, políticas específicas y proyectos piloto.
Llamado de la IEA
“El interés de los inversores en el hidrógeno se disparó a principios de esta década gracias a su potencial para ayudar a los países a alcanzar sus objetivos energéticos”, señaló Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA. “Los datos más recientes indican que el crecimiento de las nuevas tecnologías de hidrógeno está bajo presión por las dificultades económicas y la incertidumbre política, pero aún observamos fuertes indicios de desarrollo a nivel mundial. Para impulsar el crecimiento, los responsables políticos deben mantener los programas de apoyo, estimular la demanda y acelerar la infraestructura necesaria”, agregó.
La edición 2025 de la Revisión Global del Hidrógeno de la IEA incluye además una base de datos actualizada de proyectos de producción e infraestructura, así como un rastreador en línea con más de 1.000 medidas de política de hidrógeno anunciadas o implementadas en todo el mundo desde 2020.





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